|Por. José Gregorio Torres
En Carache La cultura siempre ha estado ligada al igual que, en el resto del mundo, a la espiritualidad y la religiosidad, es por ello que difícilmente el arte y la cultura en general carecen de esa influencia que ha servido de hilo conductor de las diferentes manifestaciones en el transcurso del desarrollo humano, pues toda ella gira en torno a la misma creación, sea cual sea la hipótesis. Esto es lo que, ha mantenido vigente al artista pues es el más grande e importante escenario en el cual las artes se han mostrado y conservado como referente fidedigno que cuenta la historia del mundo y su evolución. El teatro es una de las manifestaciones artísticas por enlentecía y es en este arte de la representación escénica, en la cual Carache se ha destacado por más de medio siglo.
El Viacrucis viviente de Carache es una manifestación de fe en principio, pero también es una muestra de las capacidades actorales de sus integrantes, es posible que antes de 1970, ya se realizaran estas escenificaciones pero, por lineamientos eclesiásticos solo se suscribían a la privacidad de la iglesia, en las llamadas veladas, ya que tanto la lectura de la biblia como todo aquello que se consideraba sagrado en la vida de la iglesia, no era permitido ser promovido por el resto de los hombre, solo los sacerdotes tenían ese privilegio, entendible por cuanto se mantenía en el total oscurantismo, lo cual fue reformado, con los concilios y las decisiones de los Papas del Siglo XX. Quienes consideraron la apertura de muchas maneras para llegar a los feligreses, hacer más atractiva la religión y así poder lograr la salvación de muchas más almas.
La realización del Viacrucis viviente tiene sus inicios a finales de los años setenta cuando la Profesora Josefa de Solórzano, inspirada en las veladas de las que formo parte a principio del siglo pasado, junto a su esposo el colombiano Víctor Solórzano, desde el Complejo Cultural Karachi, con alumnos de la escuela “Dr. Ernst”, y el recién creado Liceo “Juan Antonio Román Valecillos”, bajo su dirección desde la cátedra de teatro, decide realizar el primer Viacrucis viviente por las calles de Carache, cuenta para ese entonces con un grupo muy selecto de actores quienes con sus dramatizaciones lograban sacar, las más expresivas lágrimas, como hasta ahora lo siguen haciendo los nuevos actores, quienes acompañan el recorrido del Mártir del Gólgota, es de recordar gratamente a quien supo personificar de manera muy vivida a Jesús el Nazareno en ese primer Viacrucis, Felipe Pimente, a quien por muchos años se le adjudico el seudónimo del Mártir del Gólgota, un vendedor de la mejor panza y las más ricas empanadas que se haya comercializado en Carache, preparada y guisada por su madre Mercedes Pimentel, cumpliéndose en este la casualidad de ser miembro de una humilde y muy apreciada familia Carachense.
Pero con Felipe, también destacaron muchos otros personajes de los que hablaremos en otra nota similar, todos y cada uno de los que formaban parte de este numeroso grupo de teatro que durante muchos años estuvo bajo la Dirección estelar de nuestra siempre recordada Profesora Josefa de Solórzano, hoy el grupo de teatro de la Parroquia San Juan Bautista de Carache, recuerda a sus impulsores entre ellos los Presbíteros Francisco Linares y Ali Saúl Rondón y se prepara para revivir como lo viene haciendo por casi dos décadas, esas escenas que nos recuerdan la pasión de Cristo, en la que son caracterizados de manera magistral los personajes del Gólgota, en el Viacrucis viviente de Carache.