UN AÑO MÁS LA ESCUELA B. DR. ERNTS, SIN CANCHA PARA EL DEPORTE

Por. José Gregorio Torres

 A 1926, se remonta la historia, sobre la educación en Carache, ya que en ese año fundaron las primeras Escuelas Federales de Hembras y Varones por Mandato del Presidente Juan Vicente Gómez  a las que se le asignan “apellidos” de insignes personas que aportaron avances importantes para la Educación en Venezuela, tal es el caso de La Escuela Federal de Varones de Carache,  la que se refunda en 1955, con el nombre de Escuela federal Graduada “Doctor Adolfo Ernst”  suprimiéndose la exclusividad de Varones para darle paso a la participación por igual  a ambos sexos. Para esa ocasión se designó al señor Marcelino Zambrano como director, cargo muy merecido por su eficiente preparación, su entrega decidida al magisterio, el que no logra ejercer por su avanzada edad y precaria salud, fue nombrado entonces para desempeñar este cargo al bachiller José Manuel Solarte, también persona de limpias credenciales en el ramo, quedando don Marcelino como maestro de grado.

Vista de la cancha o patio de la Escuela.

 Es importante hacer referencia histórica de esta Institución educativa por cuanto hay que resaltar que es una de las dos máximas casa de estudio más antiguas con las que ha contado la Parroquia Carache para garantizar el futuro de los ciudadanos,  por tanto, merecedora de todos los laureles junto a sus grandes educadores y maestros que han pasado por esta institución durante 96 años de formación moral e intelectual, pues no han sido pocos los que luego de haber cursado estudios en estos ambientes, han logrado escalar grandes posiciones en todos los órdenes de la sociedad venezolana, algunos sobresaliendo con la ostensión de importantes reconocimientos, en la vida civil, eclesiástica, política y Militar. Otros no menos destacados, pero igual de importantes, optaron por convertirse en permanentes, celosos defensores de esta institución, ejerciendo como docentes con dedicación y nobleza en bien de los infantes. 

 Pero al parecer esto no tiene ningún valor  ni significado relevante para las autoridades, pues la indolencia y el desaire a sus padecimientos, se han hecho una constante, convirtiéndola en una institución más que debe por obligación convertirse en mendiga para sus subsistencia y la que desde los tiempos de Pérez Giménez, solo ha recibido pañitos de aguas calientes como si su labor en la historia no ha sido de tanta importancia como para merecer del Estado un verdadero trato a sus incontables males.

Otra vista de la cancha de la Escuela.

Hoy se puede señalar uno de ellos, pues da dolor ver a los niños hacer educación física o deporte en un pedazo de patio sin que nadie haga algo por remediar al menos un techo que permita a los docentes, estudiantes dar y recibir sus clases en un ambiente acto, digno de ellos. Ojalá que FEDE, se digne responder tantas peticiones hechas al respecto y darle el sitial que se merece. Sino, por el nombre del gran científico Ernst, al menos por el hecho de ser Bolivariana que ya por decir, es algo muchos más grande para los venezolanos.

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