Hernán Meléndez.- En Carache, las tradiciones de Semana Santa perduran no solo en el ámbito religioso, sino también en el aspecto culinario. El pescado salado o rallado es un elemento infaltable en la mesa de los caracheros durante esta época. Incluso en ausencia de pescado, el chiguire se convierte en una opción apetecida. La abstinencia de carnes rojas se respeta al pie de la letra, y recetas como la sopa de sardina o el pasticho de sardina se convierten en alternativas deliciosas.
Más allá de la gastronomía, los dulces también ocupan un lugar destacado en las mesas caracheras durante Semana Santa. Remontándome a recuerdos lejanos, la sopa de pan preparada por mamá Rosa nunca faltaba en casa, evocando una nostalgia reconfortante.
Estos platos tradicionales no solo representan una deliciosa herencia culinaria, sino que también evocan recuerdos entrañables y conexiones con nuestros seres queridos que ya no están presentes. La comunidad de Carache busca mantener viva esta esencia a través de la preparación y el disfrute compartido de estas recetas tradicionales.
La celebración de Semana Santa en Carache se distingue por su arraigada tradición culinaria, que no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma, recordándonos la importancia de preservar nuestras costumbres y compartir momentos especiales con nuestros seres queridos.
