Por. Hernán Meléndez
Desde tiempos remotos el hombre en su empeño de dominar todo lo que le rodea en este caso, la fauna, ha adoptado una forma muy extraña, de domesticar a los animales y convivir con ellos bien sea como mascota o para consumo, esta actividad de hombres y animales nunca ha tenido un marco jurídico definido en cuanto, a la crueldad que demuestran algunos humanos con sus mascotas cuando los abandonan a su suerte, porque todo animal doméstico, tiene un dueño, el punto es: ¿tiene conciencia el que decide tener un animal y lo que implica esto?, es común ver en nuestra calles animales domésticos en un estado de abandono, es muy fácil castigar a un extraño que ocasione un daño a un animalito, pero ¿quién castiga a quien lo abandona?, hacen falta leyes o más conciencia en los que dicen ser amantes de las mascotas y luego que ya no satisfacen sus egos en cuanto a belleza, los tiran a la calle.