Por. Alix Román
El Carachero.com en su afán de informar a la comunidad se mantiene a la expectativa de los trabajos que se vienen realizando en la Plaza Bolívar de Carache, labores que a medida de irlas ejecutando se puede apreciar que los mismos están siendo realizados con mucha precisión y buen gusto, lo que era, en su mayoría, comentarios negativos por parte de la colectividad, ahora se han convertido en merecidos elogios. Seguro está, que si se intensifican los esfuerzos seguramente se podrá lograr por lo menos en un gran porcentaje la culminación de dicho trabajo este mismo mes.
Se ha observado estos avances donde luego de un desmalezamiento total, ya se está colocando la nueva grama, así como el acondicionamiento de lo que será una de las fuentes, de igual manera, se aprecia el diseño de unas jardineras que semejan una hermosa flor, hechas con tejas colocadas con muy buen gusto a los ojos de los que transitan diariamente por esta hermosa plaza, sin duda el esfuerzo de quienes laboran allí diariamente, es encomiable y por tanto, digno del merecimiento del respeto por parte de quienes a diario transitan por este espacio público. Pero, más allá de ser un lugar que invita a los paseos diurnos o nocturnos o simplemente para sentarse a compartir tertulias con amigos en sus veredas, se debe recordar que en su centro existe un monumento que merece respeto, al parecer, se olvida de esto y se da rienda suelta a la actuación silvestre, muestra de una evidente, mala educación.
Se tiene intuición que los jóvenes y algunos adultos carecen de estos conocimientos pero también algunos padres, representantes que no han entendido que algunas áreas de la plaza merecen mantenimiento, cuidado, por tanto, se debe asumir responsabilidad al momento de llevar a los niños a la plaza, entender que algunas cosas colocadas allí, no son columpios, asientos, tambores, nada que se le parezca y en el caso de las letras que se colocaron, estas fueron hechas para darle otra cara más presentable a este lugar que recorre hoy todo el globo terráqueo, pues es la imagen del pueblo de Carache, ojala se lograra que cada uno de los caracheros asumiera el resguardo y vigilancia para que estos espacios que hoy son recuperados con tanto sacrificio por la municipalidad y algunos colaboradores, sean protegidos por los mismos ciudadanos y cada uno se comprometa a enseñarle a los niños, niñas el respeto, el sentido de pertenencia tan necesario para su permanencia.