Por. Crispulo Enrrique Román Guedez. C.I 5782170. Teléfono 04241253370. Correo: romancrispulo78@gmail.com
Está pregunta está en el ambiente y merece unas respuestas después de una profunda reflexión.
Siempre sostuve que perder la alcaldía de Carache era la crónica de una muerte anunciada. Esto pasa cuando el poder nos engolosina, cuando nos alejamos del colectivo y asumimos que el servir al prójimo no es nuestro objetivo principal.
Chávez creó el arma más poderosa que se le puede dar a alguien, el poder popular para el pueblo. Lamentablemente no hemos sabido o no hemos querido usarla. No sabemos con qué se come esto.
Hacer política significa plantearse una meta y poder llegar a ella de la forma más correcta y placentera posible. Es allí donde cabe la frase que siempre mantengo: la satisfacción personal y el deber cumplido no tienen precio.
En Carache sucedió todo lo contrario. Desde la alcaldía y otros entes de poder en el municipio, se empezó a mirar al pueblo por encima del hombro, agrandando distancias y separando aún más la brecha entre la opulencia y la desdicha.
Todo esto dio como resultado el gran revés político que sufrimos en esos predios. Son profundas las heridas que al darle la espalda al pueblo hemos sufrido.
Cómo Chavistas y humanistas de corazón, nos duele enormemente estos resultados. Esto no debe ni puede volver a ocurrir. Nos queda la difícil tarea de renacer como el ave fénix, de las cenizas que dejaron algunos seudodirigentes que se vestían de rojo solo para derrumbar en poco tiempo todo lo que se edificó con mucha visión de compromiso y voluntad.
Aun así seguimos en la lucha por reconquistar los espacios perdidos, pero eso sí, con verdades y hechos, con constancia y dedicación.
Desde esta tribuna los invito a elevar nuestras banderas y trabajar por el bien colectivo.
«No se puede optar entre vencer o morir, necesario es vencer»