Por. Elena Hernández
La deserción escolar se ha convertido en una de la gran preocupación dentro de las instituciones de educación superior en Venezuela, a pesar de los esfuerzos que hace el gobierno por solucionar el financiamiento de las universidades, la creación o fundación de institutos en municipios, comunidades más cercanas a la población estudiantil de dicho nivel por lo que, en diversos estudios se han encontrado varias variables causantes y una de ellas es posiblemente, los profesores desmotivadores, tomando en cuenta que, la motivación es la actitud positiva para lograr el aprendizaje.
En este sentido, ha resaltado el papel determinante que juega la motivación de los estudiantes a través del papel del docente o profesor universitario, así como la metodología que utilice, las relaciones de interacción estudiante – profesor para lograr modificar el interés, necesidad e incluso las habilidades del estudiante, por ejemplo; es común escuchar entre la población estudiantil universitaria del contexto más cercano, decir: “en mi salón éramos Veintisiete (27) y quedamos siete (7), porque el profesor en su discurso de bienvenida lo primero que resaltó con relación a la materia tal, es: “eso no lo hace cualquiera, eso es muy difícil, pueden ir muy bien en esta materia pero, si no logran pasar esta, repiten”. Pues ya los está predisponiendo y comenzando su carrera.
Aparte de eso, el ego del profesor, quien de manera reiterada dice. “Yo soy el que más sabe de esta materia, aquí no hay nadie que sepa más que YO”, por un lado, los estudiantes, se sienten orgullosos de contar con un profesor de esa calidad, sin embargo, en la práctica se encuentran con la realidad que, a este profesor, no le parece nada bien los trabajos del estudiante o grupo de estudiantes; si está muy bien redactado este dice: “quien los está ayudando”, “de dónde sacaron esto”, eso no es así, pero tampoco le dice: eso es así, vamos a corregir, como un buen pedagogo, por el contrario, si el trabajo presenta inconsistencia en redacción les dice: “eso está mal redactado”, pero no le dice cómo es, por otra parte, le exige que dominen competencias que no son cónsonas con la materia, mucho menos con la carrera que está estudiando, lo que hace que, el estudiante se desmotive y abandone sus estudios, sus metas y sus sueños.
No conforme con esto, la “Gota que derramó el vaso”, es que luego de haber comenzado su proyecto final, en su primer trayecto, trimestre o semestre con su primer capítulo, momento o parte, y en cada trimestre presentar una parte de este, habiendo hecho, las mil y una correcciones en cada lapso, logran llegar a la parte final, donde se supone que, lo ya hecho estaba revisado, evaluado y aprobado, se encuentran con que, revisan todo de nuevo y el profesor le dice “está errado, tiene inconsistencia metodológica, de contenido, o en otras palabras, de fondo, de forma y si no le hace las correcciones en dos días o tres días, repite, no se gradúa”, ahí se terminan de desplomar los sueños de los estudiantes quienes pensaban que, solo le quedaba un solo capitulo por revisar, porque, ya los otros capítulos los habían aprobado en los trimestres pasados.
Con los mencionados ejemplos, actuaciones, entre otras, que no se mencionan por falta de espacio, se presume que este tipo de profesores universitarios se convierten en desmotivadores y causantes de la deserción de los estudiantes universitarios, esto, según la opinión de los afectados, que ya no forman parte de una nómina de la universidad, sino, de la nómina o conglomerado de jornaleros, obreros, empleados en los comercios, restaurantes, amas de casa, con la frustración que no consiguieron culminar sus estudios, porque, a pesar de sus esfuerzos, no pudieron con aquel profesor, con su ego, subjetivismo quien, en lugar de motivar, trasmitir pasión por lo que enseña y lograr que, los estudiantes tengan ganas de aprender, lo que hace es que abandonen. Sin duda, alguna, hay maestros, profesores que dejan huella, ya sea positiva, o negativa.
Amigo profesor, una pregunta para la reflexión: ¿Cuál tipo de huella cree que usted dejó en sus estudiantes?
Muy interesante artículo, aunque particularmente siento que falta un eslabón en esta historia. Sería interesante conocer la otra parte de la historia: la de los docentes, a fin de que se puedan tomar acciones correctivas desde ambas instancias.