Por. José Gregorio Torres
La autonomía de los municipios es una alternativa Constitucional al que los Municipios tienen como herramienta que les permita en casos extremos, la toma de decisiones que tienen como fundamento primordial la garantía de un mejor vivir para los ciudadanos. Si bien el Estado se reserva por ley considerar algunas actuaciones como de seguridad Nacional, esto no puede estar por encima del derecho individual de los ciudadanos a una mejor calidad de vida, en estos casos, las autoridades representativas por delegación, deberían estar claros, pues también establece la Constitución los mecanismos para que la voluntad del pueblo levante su voz y se haga sentir ante las máximas autoridades que conforman el gobierno, o sea que se logre el respeto a las mayorías, que en este, caso se podrá lograr mediante las Asambleas Populares.
Sería interesante que mediante Cabildo abierto los Burgomaestres, llamaran al pueblo y les tomaran opinión con respecto a las decisiones y políticas que se están aplicando o que se pudieran emplear para llevar a cabo la solución de algunos de tantos problemas que afectan al municipio y de esta manera, dar cumplimiento a lo que establece no sólo la Constitución, sino las leyes regionales y municipales al respecto, que en nada altera o quebranta lo que establece al respecto de la soberanía, puesto que la misma reside en el pueblo y sería el mismo pueblo quien estaría ejerciendo su derecho. En el caso de la incapacidad mostrada por el gobierno de darle solución al problema específico de la electricidad, es necesario que las autoridades locales entiendan que la solución no puede seguir, viéndose como un problema de forma, sino de fondo y eso pasa porque las mesas técnicas deban activarse al margen del partidismo, pues se trata de una situación que trasciende a este ámbito y afecta tanto a los colorados como a los blancos y azules.
Por otro lado, estas anormalidades atentan contra la economía del propio Estado que en muchos casos ha obligado a los comerciantes y emprendedores a desistir de sus proyectos decidiendo salir del país. Es por ello que hoy más que nunca se necesitan políticos más visionarios que populistas, lo que hace inevitable en este sentido, un gobierno organizado a futuro, sin pragmatismos ni mesianismos dejando de lado como prioridad la ejecución de actividades meramente locales o inmediatas, pues se trata del futuro, la fortaleza de una economía que depende en gran parte, de las decisiones que se tomen en el presente por lo que se hace necesario reflexionar y tomar medidas inmediatas, pero dependerá mucho de quienes hoy tienen la responsabilidad de los gobiernos locales.