Por. José Gregorio Torres
Hace varios años por allá por los años 80, floreció un proyecto que contó con manos bendecidas, corazones bondadosos, sobre todo llenos de una gran espiritualidad y humanismo, esto sin duda no podía ser obra distinta a lo que en esos días sucedía en Venezuela, coincidía con las recientes visitas realizadas al país, por el Papa Santo Juan Pablo II. Fueron días sin duda para el renacer de la fe y de la esperanza en el futuro de la Nación, y por qué no, una preparación para lo que hoy se está viviendo en la querida patria.
Como una lluvia de bendiciones, en esos años se suscitaron en Carache, movimientos sociales y culturales, que de alguna manera han dejado huella en el tiempo y otros se mantienen como un apéndice de su aporte como hechos relevantes y vigentes. Tal es el caso del Grupo Juvenil Papelón, el Frente Ecológico Minumboc, la Radio Comunitaria, La Asociación de Artistas Populares, Club Segueta, Club de Leones, Ancianato, El Gañan entre muchas otras. Todas dejando en la sociedad Carachense visos de esperanzas y hoy se puede decir que su existencia obedeció a un propósito por el cual los caracheros mantienen una vigente y referible actitud ante las necesidades diarias del Valle de San juan Bautista.
Entre todos estos proyectos destaca por su importancia en lo humano y lo espiritual, el Multihogar “Nuestra Señora de Coromoto”, obra dedicada a la infancia de Carache y a la humanidad, su existencia la debe en primer lugar a la fe y por ello cabe el lema “por ser obra de Dios, jamás será destruida”. En ella sobresale su principal artífice o creadora, la inmortal y querida Yolanda González, madre de este proyecto, abuela putativa de todos los niños, porque en su empeño de protegerlos, nace entre otros proyectos el de la lactancia materna, primordial emblema por la salud de los niños, niñas.
Entre luchas diarias, pero con una inquebrantable fe por delante, ella que no conoce de descanso o de renuncias, mantiene su lucha permanente en protección y defensa de un proyecto que después de treinta años, aun es más vigente, más necesario y más universal que nunca. Y así se reconoce en ella, la lucha por los niños, niñas que esta noble abuela decidió emprender un día y que hoy es su obra compartida con Dios, su Coromoto, Divino Niño. Esa es la esencia del Multihogar nuestra señora de Coromoto, hoy llamado “Centro de Educación Inicial “Nuestra Señora de Coromoto”.