LOS COMANDITOS V/S 1×10 SE JUEGAN EL RESTO EN CARACHE



Hernán Meléndez.-           A medida que se acercan las elecciones presidenciales en Venezuela, dos estrategias políticas compiten por asegurar sus votos duros: los comanditos de la oposición y el sistema 1×10 del oficialismo. Ambos métodos tienen implicaciones significativas para la privacidad del voto y la participación ciudadana. En este artículo, exploraremos cómo funcionan estas estrategias y cómo afectan el proceso electoral.


Los comanditos son una herramienta utilizada por la oposición para identificar a sus electores. A través de esta metodología, se crea una lista de votantes comprometidos con la causa política de un partido específico. Sin embargo, esta estrategia tiene un inconveniente importante: el voto deja de ser secreto. Los ciudadanos inscritos en la lista de comanditos están identificados y, por lo tanto, su elección ya no es anónima.

1×10: La Eficiencia Gubernamental
Por otro lado, el sistema 1×10 del gobierno busca atender problemas y necesidades de la población de manera más eficiente. Se basa en tres líneas prioritarias:

Atención en tiempo real: El objetivo es proporcionar respuestas rápidas a los ciudadanos en áreas como servicios públicos, educación y salud. Sin embargo, ¿qué sucede cuando esta atención en tiempo real se cruza con el proceso electoral?

Participación ciudadana: A través de la aplicación VenApp, los ciudadanos pueden informar denuncias, propuestas e inquietudes. Pero, ¿cómo se garantiza que esta participación no afecte la privacidad del voto?


El dilema es claro: ¿priorizar la eficiencia gubernamental y la participación ciudadana o proteger la privacidad del voto? Ambos bandos se preparan para las elecciones del 28 de julio, arriando a sus respectivos rebaños con sus listas en mano.

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