Por. José Gregorio Torres
Cómo debería ser, luego de que se vencieran los primeros cien días de gobierno de Yohanthi Domínguez, El pueblo de Carache espera por parte del ejecutivo y Concejo Municipal, los resultados de las diferentes auditorias de ley correspondiente a ser el nuevo inquilino de la Casa Municipal de Carache, sin duda, por las denuncias públicas y conocimiento general que la comunidad tiene en referencia a la gran cantidad de desmanes e irregularidades administrativas que se suscitaron durante estos últimos veinte años de gobierno revolucionario, se hace necesario que la actual administración, haga público los informes o auditorías realizadas a tal efecto.
Esto permitiría conocer si en realidad hubo o no delitos administrativos en las anteriores gestiones de gobierno local. Suficientes elementos de referencia han sido publicados en las redes sociales, como para emprender, mínimo una investigación ante la Contraloría Municipal y otros organismo con competencia en los diferentes casos ventilados durante estos últimos años, que a la vista de todos han dejado una presunción de responsabilidad con respecto al mal uso de algunos bienes, recursos adquiridos y administrados durante los pasados gobiernos locales, que dejan a la vista de todo un municipio arruinado y sin balance positivo más que las dádivas derivadas del gobierno nacional.
Sería muy importante que los nuevos inquilinos de la máxima Casa municipal, realicen una Asamblea Pública para que el pueblo se entere con detalle de todas las presuntas irregularidades y delitos cometidos al patrimonio público, debido a que las experiencias anteriores han dejado la experiencia que el que llega, no denuncia al que sale, y todo porque detrás de eso está la intención velada de continuar las mismas prácticas y las que terminan por defraudar al elector que pacientemente espera al menos ver señalados a los culpables de sus desgracias. El pueblo seguirá esperando atentamente estos resultados que seguramente las nuevas autoridades municipales asumirán con la responsabilidad delegada en ellos por el pueblo.