Por. José Gregorio Torres
Las costuras al final se ven, mucho más si se cose tela blanca con hilo rojo rojito, es el deber ser, si se trata de los personajes que hasta ahora se mantienen como principales seudo dirigentes, de la política en Carache. Esto se ha entrecolado por las grietas que tiene la estructura de este partido, donde entre gallos y medianoche, aparecieron elegidos como delegados, los fulanos que nadie quiere dar ni medio en el PSUV, pues para nadie es un secreto que estos le han hecho un daño irreparable a la política. Que nadie tenga los pantalones y suficiente moral como para enfrentarlos ante sus imposiciones y abusos de poder.
Lo cierto es que tuvo que venir a Carache el comandante del Cuatro de febrero (4-F) de Trujillo y no podía dejar pasar el momento para darles con el mazo de frente y dejarles bien claro que no va a trabajar con secuestradores de partidos, imaginen que el matracazo fue tal, que no se han atrevido a comentar nada en las redes, será porque no pueden justificar tamaño desplante, bueno ahí le dejó el jefe para que no estorben y lo tengan bien clarito, se les acabo la franquicia, el abuso, ahora les va a tocar bajar la escalera y verles las caras a los que durante muchos años han humillado con sus súper ínfulas, en medio de todo lo malo algo bueno que sumar a esta nueva gestión regional.
Ahora prepárense para el porrazo, ojala que a nivel nacional esto lo entiendan las altas, ocupadas cúpulas del partido y no les sigan dando oxígeno a esos muertos que acabaron no solo con el PSUV en Carache, sino con las más humildes esperanzas de un pueblo que solo ha sabido llevar golpes de sus dirigentes y gobernantes revolucionarios, ahora queda que los nuevos comunales designados por el gobierno regional, sepan aprovechar la oportunidad, no para apoderarse de los bienes del Estado, sino para ponerlos al servicio del pueblo, hay que recordar que las cosas pasadas no están muy lejos y que todos tienen su historia dentro de la política, no se presten para que estos seudos dirigentes que van de salida, puedan retomar el pode, mantengan, la distancia definitiva, para que el pueblo vuelva a recuperar algo de su confianza.