Por. José Gregorio Torres
La inquietud en cuanto a que si en Carache se aplican las ordenanzas, es una de las que más evadidas polémicas, pues a pesar que son leyes de ordenamiento y de obligatorio cumplimiento, da la impresión que no son aplicables, bien porque tenemos una cultura que no le da paso a esta manera de ordenar y por otra parte, porque los organismos del estado encargados de hacerlas cumplir, como diría el pollino, se hacen el policía de Valera, a la vista gorda. Con respecto al tema que sale a colación en esta nota podemos decir que la municipalidad cuenta con una Ordenanza de Convivencia, la cual busca educar y tratar que haya armonía entre la sociedad civil y las obligaciones a las cuales debe apegarse para que se desarrolle una sana convivencia cosa que en Carache, es un desafío por cuanto, tarde que temprano aparece la influencia, los interés personales, la política y una inmensa cantidad de justificativos para dejar de cumplir con estas leyes locales que, aun cuando parezcan poco importantes no dejan de ser necesarias.
Hace unos días el Ciudadano Rafael Isidro Sáez Espinoza, hizo ante este medio, un planteamiento de verdad preocupante y se hace mucho más grave, cuando viene de un personaje que fue administrador durante algunos años de la Alcaldía de Carache, quien en ese entonces, intento aplicar algunas ordenanzas activando las sanciones de las mismas, de lo que recordamos el problema específico del despilfarramiento, ganándose su mala reputación, por haber intentado hacer cumplir las leyes. En esta oportunidad, el tema que nos plantea el ciudadano Rafael Isidro, es el uso por parte de motorizados y vehículos de las aceras como estacionamientos, esto explícito en la ley de Transito terrestres y en las normas establecidas para obtener licencia de conducir. Sin embargo, y como se aprecia en las gráficas, cualquier ciudadano conductor de un vehículo o moto, bien por desconocimiento o simplemente, por falta de sentido común, de cultura, o irrespeto hacia el derecho de los demás ciudadanos, se adueñan de un espacio que es exclusivamente de uso peatonal.
Lo lamentable de todo esto es que, se ha hecho costumbre y al parecer, un derecho adquirido, donde la ley de tránsito y las ordenanzas se convierten en letra muerta, por eso el ciudadano Rafael Isidro Sáez Espinoza, ha recurrido a este medio de comunicación para solicitar de las autoridades competentes que se recupere la sindéresis en materia de los derechos ciudadanos, pues se está poniendo en riesgo, la integridad física tanto de niños, como de personas de la tercera edad, quienes se ven forzados a bajarse de las aceras para caminar por las calles, con el peligro de lo que significa la cantidad de motorizados inconscientes, choferes y hasta comercios, que no entienden que en Carache solo hay calles y no autopistas, lo que hace mucho más peligroso, el tránsito peatonal. Esperemos que este llamado de atención que hace el ciudadano en cuestión, sea escuchado y tomado en cuenta, por el bien de los caracheros y evitar alguna tragedia en lo posible.
