LA VIDA ESTÁ COLOR ROSA

Por. Prof. Carlos Grilletl

El problema no es económico, es cultural. La fama genera dinero y el dinero genera fama. Una sociedad carente de pensamiento crítico es esclava de la distracción, de los bienes y servicios que ofrece la industria del entretenimiento y el espectáculo que de por sí, con sus estrategias y despliegues de trabajo de campo bien concebidos y con resultados precisos, conocen las debilidades, desequilibrios educativos, comunicativos, culturales de los pueblos del Caribe y Suramérica.


Las crisis de valores familiares y ciudadanos son aprovechadas por poderosísimas transnacionales de la tecnología, medios de comunicación, publicidad y productores de contenidos audiovisuales que deshumanizan por completo la realidad social y propician la perdida de sensibilidad hacia al prójimo, cayendo en un estado de alienación y sugestión sin precedente en la historia del hombre y la mujer porque, no se corresponde a los deseos propios de un individuo o el colectivo y, por lo tanto, no existe autonomía, es ajeno, el sujeto es dominado por el entramado de la industria.


Es la obsesión por captar el mayor número de «likes» para disfrutar por un instante la efímera popularidad de la niña posando con un traje baño que, no se corresponde a su edad en las redes sociales; es desmarcarse de los símbolos patrios porque, en la práctica la moda es ver y tararear Session # 53 de Shakira en colaboración con Bizarrap que a la larga representa cientos de miles de dólares para la colombiana por los millones de visitas que, según una plataforma digital – Social Blade que se encarga de recopilar las información de «me gusta» y la monetización de los videos de You Tube, que arroja resultados donde la falta de juicios de valores de la población la hace cifra record de visualizaciones; es la muñeca glamorosa Barbie, el juguete predilecto de Mattel que, por más de cinco décadas ha impuesto varios estereotipos que van en contra sentido a nuestra idiosincrasia, cultura y que, sigue llenando las salas de cines, colocando en las vitrinas y exhibidores externos de los centros comerciales decenas de carteras, prendas de vestir, productos de maquillajes y zapatos color rosado.


La dopamina más activa que nunca (neurotransmisor del cerebro relacionado a la motivación) porque el predominio del rosado en el orbe conlleva a un incontrolable y embriagado consumismo que padres y representantes no logran minimizar el emocionalismo que reflejan y expresan niñas, adolescentes y jóvenes «mamás». Por si fuera poco, ahora, la NASA, se le ha despertado la razón, la lógica de las ciencias, astronomía y la física afirmando que, los marcianos (ufología) conviven con la especie humana desde hace rato en La Tierra. No les extrañe, estimado lector, lectora, usuaria y usuario que la central espacial estadounidense se le ocurra articularse con un paquete cultural y del entretenimiento con cariz sensacionalista y espectacular para crear fenómenos insospechados en la creación de muñecos alienígenos, aparatos voladores, videos que produzca millones de los «verdes», que distraiga y mantenga feliz al mundo.
El asunto es cultural, no es económico, apreciado y apreciada parroquiana que me lee.

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