Por. José Gregorio Torres Artículo de opinión
El próximo mes de octubre, el grito de la “Amable Libertad” se hará sentir en Carache, este acontecimiento que significó para los caracheros el primer gesto de independencia en la región andina, y que para el movimiento comuneros, también tuvo su importancia pues desde las altas cumbres del alto Perú, el Cacique Tupak Amaru, iniciaba la rebelión de los indios, esclavos negros, mantuanos y criollos, contra el imperio Español, Carache no se quedó al margen de esta lucha y la ratificó el 14 de agosto de 1781, fecha en que el Cura Doctrinero de Carache, JOSEP NICOLAS PÉREZ, encabezando una turba de indios, enfrenta al cobrador de la real renta del tabaco Don Carlos del Pozo, y lo conmina lanzas, flechas en mano a abandonar el territorio de los Cuicas, hecho que ha quedado para la posteridad refrendado en el documentos enviado a España por la autoridad delegada por el imperio en esta parte de América.
Con este marco referencial nuevamente, Carache se apresta para asumir la responsabilidad de participar de manera pacífica y protagónica, pero con un gran sentido de conciencia, ante la histórica oportunidad que se presenta de nuevo para que sus valerosos hombres y mujeres, al igual que en aquellos días de esclavitud, pero también de esperanzas, asuman nuevamente, una actitud patriótica, vayan a aportar con su presencia y su voto, un nuevo grito necesario para hacer sentir al país entero, la necesidad de volver a exigir una amable libertad, esa amable libertad la que, hace poco más de veinte años, fue relegada para llevarnos a una autocracia y con ella al atraso que nos mantiene en una zozobra permanente y ha llevado a disparar los índices más negativos de la historia en todas las áreas del desarrollo nacional.
Es hora de reflexionar de actuar y de tomar decisiones de trascendencia pues con ellas decidiremos si queremos cambiar este sistema o mantenernos en la terrible condición de pobreza, desesperanza y de atraso, la decisión de participar en esta próxima consulta promovida desde la oposición democrática, es una oportunidad que los caracheros y los venezolanos en general, no pueden desaprovechar, pues seguirá siendo un mensaje contundente para quienes hoy ostentan el poder económico, gubernamental y político. “Nada dura para siempre”, pero la participación de la gente en los procesos electorales, son definitivamente el detonante que apresure y garantice el cambio necesario, cambio que significa el retorno de las empresas como fuente de trabajo y riqueza para todos, con ello, la garantía del regreso a sus hogares de más de nueve millones de venezolanos hoy viviendo en exilio involuntario por el mundo. Carache al igual que, hace poco más de tres siglos, debe volver a tomar las armas que le da la constitución, y que no son otras que la libre decisión de salir con conciencia a ejercer su derecho al voto y a la libre elección de sus gobernantes. Este próximo mes de octubre, la asistencia de los caracheros a las primarias, será el segundo grito de la Amable Libertad.
