Marcos Álvarez.- Para mi hablar de esta escuela es remontarme al año de 1977 cuando mi padre era el vigilante o guachiman de allí, recuerdo que junto a mis hermanos recorrimos todas sus instalaciones y se podía notar que estaba ful equipada lista para su funcionamiento.
Pero fue pasando el tiempo y nada solo promesas, luego en el año de 1990 estando en los bomberos a alguien se le ocurrió la brillante idea de que como no habían incendios en Carache, pues que justificaramos el sueldo sirviendo de guachimanes en esta edificación, ya los vándalos habían comenzado a robarse los bienes (Muebles).
Los gobiernos de turno igual tenían puros proyectos y nada, después de 30 años regreso al lugar que tan bonitos recuerdos guardaba y solo encuentro unas instalaciones en ruinas y desolación, solo un joven estaba en el lugar con un maíz almacenado y un jeep estacionado dentro de la escuela. No pude sentir más que tristeza y pena ajena, me sentí culpable de todo esto porque como Carachero nunca moví un dedo para tratar de hacer algo en beneficio de la escuela, ya todos sabemos y es harto conocido lo que ha pasado.
Los Gobiernos van y vienen y siempre es lo mismo puras promesas, no es hora de buscar culpables es la hora de buscar soluciones, allí todavía están esas instalaciones en ruinas pero negándose a morir. Vamos pues todos a unirnos a esta noble causa y recuperar esta importante edificación el pueblo entero no los agradecería.
