Carache, un municipio que ha sido testigo de la evolución política de Venezuela, enfrenta ahora una nueva realidad: la era de la política sin ideología. Hernán Meléndez nos presenta un escenario donde la lealtad partidaria es tan volátil como el viento que recorre las calles de Carache.
En tiempos pasados, los cambios de partido durante los procesos electorales eran comunes, pero se mantenía una fachada de ideología. Hoy, la nueva clase política del municipio no teme mostrar su verdadero rostro, uno desprovisto de convicciones ideológicas y movido por intereses personales y profesionales.
Este fenómeno, conocido coloquialmente como “saltar la talanquera”, se ha convertido en la norma más que en la excepción. Los políticos de hoy, ya sean de izquierda o derecha, parecen bailar al ritmo de la oportunidad más que al compás de sus principios.
A dos meses de las próximas elecciones, los ciudadanos de Carache se preparan para ser espectadores de este baile político. La pregunta que queda en el aire es: ¿Qué pesará más en la balanza del electorado, la ideología o la conveniencia?
Hernán Meléndez Reportero Comunitario.
el oportunismo es el arma que vienen desarrollando quiénes gobiernan hoy el municipio a luz pública an demostrado su estrategia para engañar y aprovechar circunstancias que an venido sucediendo en el ámbito político del país y en mi opinión personal eso carece de liderazgo auténtico y como dice mi antesesor en el comentario usan esta estrategia para adquirir ganancias desonestas de lucrar sus avaricia personal y familiar y de reflexion en cuánto a esto que Está aconteciendo en el municipio les recuerdo que Dios tiene sus ojos puestos sobre los justos y los impíos buen día la paz de Jesucristo abunde en sus hogares
Actualmente las conveniencias políticas prevalecen por encima de las ideologías. Esto quiere decir que la mayoría de las personas buscan su bien común y no el colectivo. giran a favor del viento. Ya no existe aquello de lo que se decía que adeco es adeco hasta que se muera. Por eso difícilmente encontramos personeros politicos que se preocupen por el prójimo. He allí donde nace la corrupción.Cada quien vive para si y su haberes. La falta de humanidad y compromiso marcan record en la función propia del ciudadano. Es muy lamentable a lo que nos ha llevado el facilisimo y la falta de tener sentido de pertenencia.
Cada quien vota por quién ellos creen que les brindará seguridad económica, no por quienes tienen un fin común y próspero para nuestras comunidades. Por eso estamos como estamos.