José Gregorio Torres.- Luego de que Carache se convirtiera a finales del siglo pasado, en un municipio de referencia en el Estado Trujillo, con respecto al Aseo Urbano, transporte público y otros Servicios, hoy en día y después de diez años, las poblaciones de Cuicas, Panamerican, Santa Cruz, Concepción y Carache, no han vuelto a saber de la eficiencia y garantía de lo que son éstos servicios, entre malas gerencias, corrupción y falta de amor por el pueblo, éstos servicios vitales para el ciudadano, se han convertido de malos y precarios a inexistentes, pues; a ello se suman otros elementos como causales de la falla notoria, como lo es la falta de políticas del gobierno, así como la falta de verdaderos dirigente políticos, que les duela el municipio.
Muchos recuerdan como el problema del agua en la Parroquia Carache, fue atendido y que sí bien, no fue el más adecuado, la solución de crear dos acueductos para los sectores altos, ésto logró solventar en gran manera parte de una problemática que hoy sería peor si no existieran, pues ya lo estamos padeciendo con creces. Y se debe ser justos al decir que gracias a Miguel Rincón, hoy por hoy mucha gente puede tener agua en sus hogares, mientras que el acueducto principal atraviesa por la más dura crisis de su existencia, ya que mientras la parte central y baja del pueblo carece del vital líquido, las familias de los cerros aledaños de Carache, la tienen en abundancia, ésto se debe a que existen estos otros dos acueductos que aún con sus deficiencias, en algo palean el problema del agua.
Ahora la situación del Servicio del Aseo Urbano que tambien fue bandera de Miguel Rincón y de la Cuarta República, se traslada el problema hasta las parroquias, como es el caso de las cinco parroquias ya mencionadas, que conforman la geografía del municipio Carache; quienes desde hace diez años aproximadamente, no saben lo que es la recoleccion de sus desperdicios sólidos con eficiencia y constancia. Por tal motivo, algunos de los afectados han recurrido al servicio de recolección privada, ósea, pagar para que alguien les vote la basura, otros menos holgados, queman sus desperdicios en sus casas a riesgo de las consecuencias de salud que ésto genera y los menos escrupulosos, optan por tirarla en el camino o en cualquier lugar, donde se convierte en molestia para los vecinos y transeúntes, lo que se ha generalizado a tal punto, que El carachero.com. atendiendo los constantes reclamos de la comunidad, ha decidido hacer pública la presente nota, esperando que la misma, sirva de reflexión para quienes tienen la responsabilidad de garantizar el bienestar de éstas abandonadas y golpeadas parroquias. Finalizando con un viejo dicho que dice .. «amanecerá y veremos».
