Por. José Gregorio Torres
El pasado martes el mundo fue testigo de la decisión que el presidente del Salvador, Nayib Bukele, decidió, no solo al renunciar a la presidencia mientras se postula, como candidato a la presidencia de ese país, sino que rodeado de su tren ejecutivo, le declaro la guerra a la corrupción, en sus propias caras les dijo que ordenaba mediante decreto, la investigación de todas las carteras ministeriales, y que caiga quien caiga, deben asumir con responsabilidad el resultado de sus actos, no saldré ni pasare a la historia como un ratero, ladrón o corrupto, menos por culpa de otros, también informo a los Ministros que ya se está construyendo EL CECOP, Centro de Confinamiento de la Corrupción, es importante ver esta actitud, como un ejemplo que deberían de seguir muchos de nuestros gobernantes en Latinoamérica.
Este tema, aunque parezca no relacionarse con Carache, no podemos dejar de verlo con la importancia que tiene a la hora de analizar lo que pasa en nuestro entorno.
Hoy en Venezuela se vive una realidad muy similar a la del Salvador, pues para nadie es un secreto, todos los hechos que han caracterizado a la administración pública con escándalos de corrupción, acentuada en estos últimos años, los que inevitablemente para el gobierno han sido mediáticos y por lo tanto del conocimiento público, sin embargo para la opinión del pueblo, estos no han sido atacados con la contundencia y la severidad del caso, sin embargo el pueblo paciente aún conserva la esperanza de que las leyes venezolanas sean aplicadas, pero para beneficio del pueblo o sea que un día aparezca el primer mandatario nacional en cadena nacional, explicando donde están los dineros y bienes recuperaos para la nación y de qué manera se van a invertir entre los venezolanos y sus carencias, eso sería una verdadera lección que al igual que Bukele, sería una muestra de verdadera lucha contra la corrupción.
Pero para acercarnos un poco más al punto que nos ocupa en esta nota de opinión. Sería importante que nuestras autoridades municipales y regionales, de la mano con la Contraloría Social, se pusieran de acuerdo para solicitar al Fiscal General y a la Contraloría General de la nación, se apresten a realizar una investigación exhaustiva, de algunas organizaciones que han recibido dinero del Estado para ser ejecutados y puestas al servicio del pueblo, los cuales de manera evidente pública y notoria, se han convertido en elefantes blancos, y presuntos focos de corrupción, donde no solo se han invertido inmensas cantidades de dinero para que no presten el servicio para lo cual fueron proyectadas, pero también a las organizaciones que aún continúan recibiendo recursos del estado y al parecer no se evidencia, estén siendo ejecutados como lo establece la ley de la administración pública y presupuesto. Se pudieran nombrar algunas de estas obras y proyectos: El Puente de Las Adjuntas, el Anexo Emergencia del Hospital «Rafael María Quevedo Viloria», la Televisora Carache TV, La Emisora Minumboc 104.1 f.m, las Rutas Sub-Urbanas y Turísticas, Programa Pueblo a Pueblo, Maquinarias Agrícolas, incluyendo tractores y otros implementos. A ver quién le pone el cascabel al gato.
