Por. José Gregorio Torres
Nunca ha sido de caracheros, ignorar la situación de sus vecinos, menos aun cuando se trata de solidarizarse con una familia en situación de apuro, no debe ser tampoco un caso que deba pasar desapercibido por el medio digital, el carachero.com, ya que llama la atención de gran manera, el que se estén presentando casos como el de la ciudadana Francisca Godoy, quien tiene su residencia aledaña a la Cancha publica en la Playa de Carache, donde ha vivido por más de veinte años. A solicitud que hiciera esta vecina, el Carachero.com se recurrió a su llamado para conocer la actual situación que vive y espera toda la solidaridad posible.
Godoy fue una eficiente trabajadora de la Alcaldía de Carache, pero a raíz de una condición de salud, fue jubilada y discapacitada, sin embargo a pesar de esto debió asumir la situación de su hermano de 80 años, ciego, con una fractura de fémur no tratada, sin posibilidades de valerse por sí solo, a quien atiende con gran cariño pero con limitaciones, pues su condición de mujer sola, se le dificulta mucho lidiar con su hermano, pero aun así, ha asumido con mucha paciencia y amor, pero siente y expresa que no ha sido fácil, a esto se le ha sumado la enfermedad de su hija de 38 años quien actualmente se encuentra en Mérida, la que padece de un tumor el cual requiere de un tratamiento muy costoso que solo se consigue en Colombia, a pesar de esto, Francisca ha hecho todo lo posible para asistir también a su hija y se traslada cada cierto tiempo hasta ese Estado, llevando consigo a su hermano, pues no puede dejarlo solo.
La situación de la ciudadana, posiblemente no sea la única en el municipio, sin embargo, no podía ser ignorada por el carachero.com, quien aceptó la invitación de la familia Godoy para constatar la veracidad de su caso, pues amerita no solo la atención de solidaridad como vecinos, sino y más urgente de las autoridades competentes, debido a que se trata de una familia venezolana.
Por otro lado, esta mujer humilde que hoy solicita ayuda, agradece al Consejo Comunal del sector por sus diligentes atenciones y al gobernador Rangel Silva que le dono una silla de ruedas para su hermano, solo espera que Dios y José Gregorio Hernández, haga un milagro con el caso de su hija, pero también de ser posible la ayuda para comprarle sus medicamentos, ya que su tratamiento le cuesta mensualmente 150 $, y sus escasos recursos no le permiten subsanar estos costos, además, le urge un colchón anti-escaras para su hermano. Finaliza Francisca agradeciendo la presencia en su humilde vivienda para dar a conocer su caso.