Por. Elena Hernández
Consultando las fuentes directas y documentándose más acerca de la normativa legal que rige esta materia, se ha podido constatar que, en la población de Carache, estado Trujillo, se vulnera el derecho de algunas mujeres a no ser maltratadas bajo ninguna circunstancia, esto analizando el artículo 15 de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida libre de Violencia, la cual establece 19 tipos de violencia contra las mismas.
Entre las que se pudieron cotejar según la opinión de las afectadas, que existe violencia psicológica, cuando caballeros o personas del sexo femenino, las han deshonrado al referirse mal, acusarlas de conductas que estos consideran van en contra de la moral y las buenas costumbres, también han sido menospreciadas, marginadas por causa de ideología política, profesión u oficio que desempeñan, entre otras, al hacer comparaciones destructivas con su físico o comportamiento, lo que le disminuye su autoestima perturbando su normal desarrollo.
Otras también, han sido objeto de hostigamiento, amenaza, además de la violencia doméstica por parte de sus parejas, familiares, hermanos, hijos, hijas, padres, que conviven en el mismo techo, muchas veces estas agresiones llegan a la violencia física, es decir, a los golpes. El acoso sexual es recurrente, con frases, comportamientos, los piropos, en la calle con contenido sexual, cuando solicitan trabajo a algún caballero que represente al patrón en la administración pública, le han solicitado el acercamiento sexual.
Además, de estas, la violencia laboral contra la mujer en algunas instituciones públicas y privadas, están actualmente, a la orden del día, ejemplo de ello, es una donde últimamente están recibiendo visitas de control e inspección de un ciudadano representante del patrón que viene de otro municipio del estado Trujillo, quien al parecer, le hace daño viajar, lo marean las curvas y al llegar arremete contra el personal del sexo femenino, amenazándolas con despedirlas, porque según manifiesta, “No le gustan los enfermos”, no acepta reposos, hasta el punto de hacer que las mujeres afectadas derramen lagrimas al sentirse indefensas ante tal maltrato y han tenido que rogarles para que no las despidan, porque son madres de familia y necesitan el trabajo, además, sienten temor por denunciar, sabiendo el poder que estos tienen, lo más grave es que funcionarios del sexo femenino, en lugar de defender, apoyan estos maltratos.
Igualmente, se han constatado en la opinión pública, que algunas mujeres caracheras han sido víctima de otra violencia tipificada en la ya mencionada ley y es la violencia patrimonial o económica, cuando conjuntamente con su pareja, en unión bajo matrimonio, carta de concubinato han trabajado para hacer emprendimientos, obtener propiedades y una vez que la relación termina su concubino, se vale de trampas, amenazas para quitarle todo lo obtenido, sin dejarle nada, aun teniendo hijos de esa unión, además de limitaciones económicas encaminadas a controlar sus ingresos; o la privación de los medios económicos indispensables para vivir y obligando a la mujer de manera independiente a criar los hijos solas que, han procreado en dicha unión.
Estos son algunos casos de violencia contra la mujer recogidos de viva voz de algunas de estas, de las vivencias, por, lo tanto, se exhorta a las mujeres caracheras que estén pasando por algunos de estos tipos de violencia, acudir a los organismos competentes para hace valer su derecho a una vida libre de violencia, también los organismos competentes deben actuar.
“Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo» (Elie Wiesel).