Por. José Gregorio Torres
Repetía en sus arengas el difunto líder de la revolución Hugo Chávez, que el pueblo no es tonto y que despierta cada cien años. Quiere decir que faltarían ochenta años para que el pueblo vuelva a despertar, según la teoría del retorno cíclico de la historia. Y como la historia es la evidencia más propicia para determinar que algunos acontecimientos se repiten aun en épocas diferentes, pues nada tiene de raro que así tenga que seguir sucediendo, aunque hay otra teoría que dice que los tiempos se han acortado y que lo que antes equivalía a cien años, ahora podía sucederse en menor tiempo de lo esperado. Esto sin duda, es posible ya que con la velocidad que se ha venido produciendo el desgaste de este proceso, tiene que preocupar a sus dirigentes por cuanto lo poco que se pudiera haber avanzado en el proyecto social, lo han venido socavando con sus malas conductas algunos políticos que hoy forman parte de este entramado donde ya no se sabe cuáles son los leales y cuáles no, pero que igual el pueblo los viene evaluando para pasarle factura en el momento oportuno.
Esto ya ha venido sucediendo y ha quedado evidenciado en las pasadas elecciones, donde el pueblo decidió desafiar el poder político del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y se ha dado el lujo de experimentar con nuevos dirigentes, nuevas caras y nuevos representantes. Para muestra un botón, Carache se ha dado un nuevo gobierno, en él ha puesto sus expectativas y el que aun con dificultad, trabas, seguirá esperanzado en sus nuevas autoridades, nada diferente ha sucedido en estas elecciones “comunales”, las que más parecieron elecciones del PSUV que de comunas, motivado a que fueron enfáticos en cuanto a que solo podían participar los camaradas inscritos en el partido revolucionario, es decir, los que no pertenezcan a la tolda roja, no podían ser postulados, o sea execrados, porque estas asambleas según los que saben de estrategias solo pretendieron mantener el liderazgo que les permitirá en lo sucesivo la continuidad en las direcciones del partido en las próximas elecciones internas del PSUV.
Así que pocas expectativas de cambio se avizoran pues seguirá siendo el partido el que controla las elecciones de las comunidades y donde no se respetará la voluntad soberana del pueblo. La verdad es que como el pueblo no es indocto no se prestó para hacer bulto, solo asistieron a votar los que por miedo a que les quiten el beneficio de la bolsa o los bonos que cada día son más precarios. Esto sin lugar a dudas, obedece a una estrategia para mantener el poder hegemónico de los que aun perdiendo en las pasadas elecciones, están agazapados esperando para volver a dar el zarpazo. Amanecerá y veremos.
Estimado amigo Torres, recibe mis aplausos por tu importante labor divulgativa llevando a la comunidad para su consideración, discusión y análisis tu apreciación de la manera como la clase dirigente que ejerce el poder maneja y manipula la participación de las comunidades en la toma de las decisiones que naturalmente le atañen.
Como tú lo indicas, puedo decir que desde hace algo más de 20 años se está germinando el despertar del pueblo desilusionado por los pobres o pésimos resultados de las medidas populistas destinadas al encantamiento de su conciencia y cuya finalidad fue disponer del apoyo popular durante el tiempo necesario para lograr el control absoluto y hegemónico del poder y su ejercicio, solo para mantenerlo, la conquista del poder por el poder mismo; cuestión ésta que han logrado de manera muy eficaz y en contraposición a los resultados esperados por la mayoría de la población en la construcción de un sistema social propiciatoria de manera sostenible de la evolución de sus integrantes hacia su activa participación en el logro de los objetivos superiores que se pueda trazar la humanidad.
Es deber, tanto del que se ha mantenido despierto como del que vaya despertando, ayudar a despertar a los demás y pienso que es el sentido que tiene tu labor.
Recibe un cordial abrazo.
Romulo Zapata