Por. Hernán Meléndez
Expresa la joven carachera en New York “Mucha gente romantiza el sueño americano, somos muchos los que anhelamos algún día conocer a Disney, Las Vegas, Miami o en mi caso New York. Algunos somos capaces de hacer hasta lo imposible por conseguirlo, atravesamos ríos, selvas y fronteras para poder lograrlo, dejando atrás nuestra zona de confort. Se pasan muchos obstáculos para poder llegar aquí, en mi caso, sentía miedo, pero era una de las más tranquilas “por fuera”, me mandaron a consolar a una mujer que estaba solo llorando porque no sabía lo que iba a pasar”.
“Era de noche, el desierto se siente muy frió y corres tanto, que después hasta sudas, escuchas las serpientes, los animales salvajes, pero estás concentrada en llegar a la meta, aquellas luces que se ven al fondo donde te espera tu futuro… cuando al final llegas te sientes feliz, sientes que ya pasó lo peor, pero no, lo peor fue esa noche helada esperando a migración que nos dejó toda la noche allí con una temperatura de 4° C. Cuando por fin llega migración te hace botar todas tus cosas, te dan una bolsita de Ziploc y lo que cabe ahí es lo que te dejaran pasar, yo nada más eche mi cartera con mis cosas personales y como buena carachera 4 cajetas de chimó que me acompañaron en el camino”.
“Es muy triste ver las personas despedirse de sus pertenencias con lágrimas en los ojos por botar su ropa y cosas que con sacrificio consiguieron, literalmente, es empezar una vida nueva. Nos llevan a un refugio, a dormir en el piso, con una sábana de aluminio, al menos teníamos comida, me sentía tranquila, ahora tocaba esperar que me dejaran ir”.
En fin, son muchas las personas que pasan trabajo para poder llegar, algunos ni siquiera llegan porque se quedan en el camino. En la vida debemos trabajar por nuestros sueños, no se imaginan lo que se siente cumplir uno, salir a pasear y darte cuenta que estas en la ciudad donde siempre quisiste, conociendo lugares que solo veías en televisión y pudiendo ayudar a tu familia desde acá. Siempre le doy gracias a Dios por permitirme estar donde estoy y que gracias a la crianza de mi familia y las costumbres de mi pueblo Carache puedo trabajar en cualquier parte”.
“En esta corta, pero a la vez, larga vida me ha tocado ser como el Ave Fénix que logra resurgir de sus cenizas y recomponer su cuerpo despedazado… he llorado, me han destrozado, han intentado asesinarme, me han estafado, me han golpeado… El que persevera siempre vence, dice un gran amigo, yo aún no he vencido, pero he hecho lo más importante, no me he rendido”
Así termina de contar su sueño americano esta joven carachera, digna de admiración, ejemplo a seguir, Hellen Saidy Castellanos Meléndez, la cual elcarachero.com se complace en compartir para los coterráneos y el mundo.
Hermosa historia de valentía y actitud ante la vida de esta Chama, mil felicidades y éxitos para ella