Por. José Gregorio Torres
Opinión
Si a ver vamos no es necesario hacer muchos análisis políticos para darse cuenta que la ignorancia por parte de la primera autoridad del Gobierno venezolano, es una clara señal que no existe voluntad política para agarrar el toro por los cachos, esto con respecto a la grave situación que confronta al Ministerio del Poder Popular para la Educación (PSUV) y los trabajadores de la educación, pues ya pasados casi dos meses sin que el futuro de la patria retornen a sus estudios, lo que significa que por primera vez, luego de setenta años, la sociedad venezolana respetuosa como ha sido por tradición del sistema educativo, se ha plateado este desafío.
El sistema Educativo siempre fue en los cuarenta años de democracia, controlado por los dos partidos de las grandes mayorías Acción Democrática (AD) y COPEI y fueron durante esos cuarentas años instrumentos claves para las campañas electorales pues al igual que el cura y el Doctor Del pueblo, eran personas de gran credibilidad y por tanto, la expresión de “lo que diga el maestro,” era igual para los otros dos profesionales, y así en el momento de las elecciones, en los campos y pueblos se escuchaba decir a la pregunta ¿por quién votamos?, a lo que se respondía, por el que diga el maestro. Y el triunfo era para el que ya el Magisterio había decidido, cuarenta años divididos en ocho quinquenios, AD y COPEI.
Hoy a diferencia de al menos unos cuarenta partidos que aparecían en la enorme tarjeta, solo existen gobierno y oposición, pero la realidad debe hacernos ver lo necesario de retornar a la verdadera democracia y reconozcamos que democracia es al menos elegir entre varios a uno, no entre varios de los mismos.
Ahora nuevamente le toca a este gran ejército de educadores, con principios heredados del gran maestro. Luis Beltrán Prieto Figueroa, asumir gran parte de este cambio el que se está haciendo hoy más necesario que nunca, pues si recordamos a este gran pensador ideólogo y político, su separación de AD, para crear el Movimiento Electoral del Pueblo, no obedece a una casualidad, es precisamente porque el control del gobierno, lo representaba la educación, desde donde se podía reorientar los resultados electorales, y el perfil de un gobierno eficiente y de carácter democrático, quedando demostrado hoy, cuando el gobierno no ha podido ni se ha atrevido a dar respuesta a los docentes, por lo que el inicio de clases es eminente, pero la respuesta electoral seguro tendrá sus contundentes resultados. El cambio de sistema es necesario y está en manos de nuestros valientes, conscientes educadores y representantes.