Por. Él Doctor Elbano Padrón
Articulo de Opinión
En días pasados fue publicado un artículo de opinión donde se realizan una serie de señalamientos que consideramos temerarios e irrespetuosos sobre los profesionales de la medicina ante los cuales, quiero dar respuesta en nombre de todos los que ejercemos esta noble labor que, tiene como fin la restitución de la salud de las personas que padecen alguna patología. En este orden de ideas, en el artículo se utiliza alegremente el término “casos de mala praxis médica causan preocupación y alarma”, por lo que, es bueno aclarar que se está realizando la tipificación de un delito y lo que es más grave aún, es que se hace con base a generalidades, a supuestas documentaciones existentes en las redes sociales, sin dejar claro a qué casos específicos se refiere el articulista, cuáles son los elementos probatorios con que cuenta y bajo los cuales se sustenta para dar la información, ya que para comprobar la mala praxis, impericia, imprudencia negligencia en un acto médico se deben presentar las pruebas y realizarse una investigación exhaustiva con la realización del juicio respectivo porque, el resultado en caso de probarse es de naturaleza penal.
El articulista también hace énfasis en varios párrafos, que pacientes jóvenes, adolescentes embarazadas son mutiladas y se le realiza actos que semejan carnicería afectando su fertilidad futura, lo cuales son términos denigrantes más, cuando se utilizan contra profesionales médicos que desarrollamos habilidades y destrezas que nos permiten ejercer cabalmente nuestra profesión, tanto en el diagnóstico, tratamiento como en la realización de intervenciones quirúrgicas que persiguen en todo momento, la restitución de la salud y salvaguardar la vida humana, para lo cual nos preparamos, además, que actuamos con ética y profesionalismo, considerando que es por demás indignante para los que ejercemos esta loable labor que de manera general se utilicen los apelativos denigrantes y despectivos utilizados por el articulista hacia nosotros como médicos.
Además es bueno aclarar que cuando una adolescente sale embarazada se le clasifica dentro de la obstetricia basados en criterios clínicos, los cuales no voy a pormenorizar porque, sería muy extenso, como paciente de alto riesgo, y durante las consultas prenatales se le solicitan exámenes de laboratorio, estudios ecográficos que los efectúan profesionales capacitados, valoración clínica periódica, control de peso e indicaciones nutricionales que buscan evitar complicaciones delicadas como es la aparición de hipertensión gestacional que puede evolucionar a preeclampsia y eclampsia, estudios especializados si existe alguna patología o enfermedad de base, los cuales en muchos casos, no se los realizan las pacientes aludiendo que no tienen recursos, pero no asumiendo que el hecho principal es que la mayoría son embarazos no planificados, y tratando de dejar a un lado, la responsabilidad individual y de pareja que debe existir ante este hecho.
Como profesionales de la medicina estamos conscientes de la debilidades y deficiencias que padecen nuestros centros de salud: ambulatorios y hospitales, (falta o déficit de medicamentos, materiales, equipos e insumos), hecho que como gremio denunciamos permanentemente y exigimos que se resuelva el estado de crisis, pero también es muy cierto que a pesar de ello seguimos ejerciendo nuestra labor profesional con ética, mística, responsabilidad, entrega y amor al prójimo, a nuestros pacientes a los cuales nos debemos, como quedó demostrado en la epidemia de covid 19 donde no escatimamos esfuerzos y hasta pusimos en riesgo nuestras propias vidas por prestar atención a todo el que lo necesitó.
Igualmente, el articulista con sus señalamientos irrespeta a nuestros colegas fallecidos durante esta pertinaz lucha que nos tocó ejercer por más de dos años. Además le faltó expresar al articulista que en el caso de Hospital “Dr. Rafael Quevedo Viloria” de Carache, somos una institución de baja capacidad de diagnóstico especializado y de resolución y que no contamos con una flota de ambulancias adecuadas para el traslado de los pacientes que ameriten ser referidos a los hospitales de Trujillo y Valera, así como grandes dificultades para la obtención de gasolina que se debe cancelar dolarizada o por otras vías, ya que muy pocas veces contamos con la subsidiada, perdiendo en muchos casos hasta dos horas o más, para hacer el traslado respectivo del paciente que así lo amerite, y que a pesar de no contar con las condiciones laborales adecuadas en nuestros centros de trabajo y que percibimos sueldos muy bajos, nada acorde con la gran responsabilidad e importancia que representa el ser dignamente profesionales médicos, seguimos laborando en favor de la gente, por lo cual merecemos y exigimos respeto.
Por otro lado es bueno precisar que cuando una adolescente sale embarazada se le clasifica bajo una serie de criterios médicos como paciente de alto riesgo obstétrico, los cuales no voy a pormenorizar, y que además durante su control prenatal, se le solicitan exámenes de laboratorio, evaluaciones ecográficos que las realizan profesionales capacitados, estudios especializados si existe alguna enfermedad de base, control de peso y orientaciones dietéticas para evitar complicaciones graves como la hipertensión gestacional, la preeclampsia y la eclampsia, indicación de consumo de vitaminas (ácido fólico, calcio, multivitamínicos y hierro), y compra de medicamentos cuando se presenta una patología asociada que pueda poner en riesgo la progresión del embarazo y que este llegue a feliz término como es lo deseado e ideal, en muchos casos no son cumplidos, ya que dichos embarazos no son planificados, pero es más fácil decir tengo problemas económicos y no puedo realizármelos o no puedo cómpralos, evadiendo de esta forma la responsabilidad personal e individual que debe existir.
Negar como profesiones médicos que tenemos debilidades y deficiencias que en muchos casos son graves en nuestros centros de salud (ambulatorios y hospitales), seria querer tapar el sol con un dedo, hechos que como gremio permanentemente denunciamos además de que exigimos que exista la dotación efectiva de medicamentos, materiales e insumos que nos permita cumplir con toda cabalidad nuestra función y labor, pero a pesar de eso seguimos ejerciendo nuestra profesión con ética, eficacia, eficiencia, profesionalismo, amor y entrega en beneficio de los que a nosotros acuden en busca de ayuda, como quedó demostrado durante la epidemia del covid 19, donde no enfatizamos esfuerzos poniendo en riesgo nuestras propias vidas en beneficio de nuestros pacientes y asistiendo diariamente a nuestros sitios de trabajo.
Es por todos estos hechos que como profesiones médicas exigimos que se nos trate con respeto, dignidad y con la consideración debida, ya que a pesar de no contar con sueldos dignos ni condiciones laborales adecuadas e idóneas seguimos ejerciendo esta profesión que asumimos como un apostolado en beneficio de las personas.
Para finalizar queríamos solicitar no se sirvan para divulgar informaciones malintencionadas, temerarias ni crear matrices de opinión negativas en torno a nosotros.
apreciada Elena tu hablas de porque salpicó, porque se denigra e irrespeta a los médicos, yo tengo hondo respeto por los docentes, que es tu profesión, cuál sería tu posición si denigran de tu noble labor, yo salgo en defensa de la mis, la cual ejerzo con entrega, dedicación, responsabilidad, mística y ética, si eso significa que nos sentimos aludidos así sera
Por que «late la perra, o por algo late la perra» dice un viejo dicho popular, yo diría, ¿ por qué salpicó?, lo que pasa que causa alarma varios casos puntuales de jóvenes, muy parecidos, en las jurisdicciones del municipio Carache, da que pensar, llama a la reflexión,: le tocaba, Dios lo dispuso así, será negligencia médica, del paciente, de la familia, quienes tienen los conocimientos sobre el tema, quienes lo pueden prevenir, atenuar. Es un problema de salud, hay que identificarlo, tratarlo, prevenir, asumir responsabilidades. «La Culpa es de la Vaca?