En los pueblos de Venezuela, como Carache, una antigua tradición ha dejado una huella significativa en la forma en que se percibe la virginidad entre las jóvenes. Conocido como el «método del cordón de la abuela», este ritual consiste en que las abuelas hacen morder un cordón a las muchachas y luego lo pasan por su cuello. Según la creencia popular, el resultado de esta práctica determina si una joven es considerada «señorita» o no.
Durante generaciones, este método ha generado tanto temor como respeto entre las adolescentes, quienes ven en él una forma de evaluación de su pureza. Las abuelas de Carache afirman que este procedimiento es infalible, lo que lo convierte en un símbolo cultural arraigado en la comunidad.
Sin embargo, los tiempos han cambiado. Las nuevas generaciones están redefiniendo lo que significa ser una mujer en la sociedad contemporánea. La virginidad, que solía ser un tema central y de gran importancia, está perdiendo su relevancia ante una visión más abierta sobre la sexualidad y las relaciones personales. Las costumbres tradicionales, como el método del cordón, están quedando atrás a medida que las jóvenes toman decisiones más autónomas y empoderadas sobre sus cuerpos y vidas.
Este cambio cultural invita a reflexionar sobre la necesidad de preservar ciertas tradiciones mientras se fomenta una discusión más amplia sobre los valores y normas sociales que evolucionan con cada generación. En un mundo donde el diálogo sobre la sexualidad se vuelve cada vez más relevante, es fundamental considerar qué aspectos de nuestra herencia cultural merecen ser mantenidos y cuáles deben ser revisados.
Carlos Grillet Reportero Comunitario
