Los gustos culinarios de los caracheros son sumamente selectivos y a la vez discretos; no todas las comidas internacionales han logrado aceptación en su paladar. Un ejemplo de ello es el conocido arroz chino, que ha sido objeto de intentos por popularizar esta reconocida preparación. Sin embargo, los resultados obtenidos no han correspondido a las expectativas.
Uno de los factores que podría estar influyendo en esta situación es el precio. Los costos asociados al arroz chino pueden resultar elevados en comparación con las comidas tradicionales que son más accesibles para la población. Esta diferencia económica puede llevar a los comensales a optar por opciones familiares y económicas.
Además, la falta de impulso y promoción del platillo también juega un papel crucial. En un mundo donde la gastronomía se beneficia enormemente del marketing efectivo, la ausencia de campañas que resalten las bondades del arroz chino ha limitado su visibilidad entre los caracheros. Sin una promoción adecuada, es probable que muchos no estén al tanto de las opciones disponibles.
En conclusión, el fracaso del arroz chino en Carache puede atribuirse a una combinación de costumbres culinarias arraigadas, consideraciones económicas y una falta de promoción efectiva. Comprender las opiniones y preferencias de la comunidad local será clave para encontrar nuevas formas de adaptar este plato y lograr su aceptación en el paladar carachero.
Hernán Meléndez Reportero Comunitario
