Por. José Gregorio Torres
Luego de la Muerte de Rodolfo Minumboc en 1988, y en los días en que en Carache se gestaba un movimiento artístico y cultural sin precedentes, pues se cerraba un ciclo de dos tiempos, despidiendo con el siglo a grandes hombres y mujeres que dieron a Carache lo más granado de su intelectualidad,. Entre ellos, José de Jesús Román, Poeta Visionario, Rodolfo Minumboc, escultor y benefactor de nuestra historia, José Juan Rodríguez Falcón, Cronista y pintor, Víctor Manuel Duran Benítez músico emblemático, Josefa Infante de Solórzano Educadora y orientadora, Bachiller Juan José, Zapata Zambrano educador y pensador . Y por otro lado el resurgimiento de nuevas promesas dentro del arte y la cultura, eso días de Intencionalidad., El Ateneo de Carache, el Complejo Cultural Karachi, La Asociación de Artistas Populares, El Grupo Papelón, CEDELE, Multi-hogar Nuestra Señora de Coromoto, Radio comunitaria 99.9, Frente Ecológico Minumboc, Fundación Cultural y museo Rodolfo Minumboc. Entre otros.
En ese marco de convulsionadas ideas renovadoras del arte la cultura y la historia, se suscita y se protagoniza un acontecimiento particular pero con la trascendencia y la satisfacción que da el reconocimiento a quien en vida significó un aporte a nuestra historia y a nuestro acervo cultural. En 1993 es cuando aquel personaje llega a Carache portando una inmensa valija, como si llegara de un largo viaje, cansado pero consiente de un compromiso y una transcendencia a la cual ya estaba predestinado. Como al destino no escapan sus actores, nada presumía prever aquel encuentro, y sin más hubo un acercamiento a aquel visitante que por referencia tal vez llegó sin conocimiento de su destino se dirigía al registro para realizar alguna consulta sobre documentos que le interesaban. Se le orientó y acompañó, mientras se hablaba nada me hacía presumir que aquel personaje tenía la trascendencia necesario para el proyecto que en ese momento se emprendía, y el que asumiría con tanta vehemencia y compromiso.
Por alguna razón coincidimos y al enterarse de la propuesta, y como gratitud por la cortesía dada de inmediato respondió a mis pretensiones, pues no podía ser de otra manera, aquel hombre humilde por su condición de luchador, de renombre nacional e internacional no pretendió frente a mi mostrar su verdadera identidad y solo se limitó a presentarse, como el Dr. Francisco Cañizales Guedez. A quien hasta ese momento yo desconocía. Solo me dijo que estaba investigando sobre la familia Zambrano de Carora y que sería para él un honor aceptar la propuesta que al año siguiente se concretó cuando se hizo Orador de Orden ante la municipalidad de Carache, para Conmemorar los Cincuenta años del fallecimiento del gran maestro que fue el Bachiller Juan José Zambrano.
Pues el 26 de febrero de 1994, en la sede de la Escuela Dr. ERNST de Carache, se llevó a cabo aquella importante Sesión Solemne en la cual nuestro Orador Dr. Francisco Cañizales Guedez, develó el cuadro que representaba la imagen de del honorable maestro y primer Director de esta principal casa de estudios. Hoy se trae a colección este breve pasaje de la historia local para celebrar junto a él, el día del médico, nuestro mayor reconocimiento a quien fuera uno de los más destacados luchadores en el siglo pasado, por las reivindicaciones laborales de los trabajadores de la salud y en términos de la lucha obrera en general.
