Por. José Gregorio Torres
La Maestra Dora Esther Canelón Marquina de Vargas, se sentía orgullosa de ser una campesina nacida en el caserío El Potrero de Carache, un 14 de abril de 1952, hija de campesinos trabajadores, procedente del humilde hogar de Maximiliano Canelón y María Lourdes Marquina de Canelón. Fue la mayor de cuatro hermanos, Manuel Felipe, José Jesús, Rafael Tobías, Pedro Manuel, Berta Elena, Angélica del Carmen, Amado de Jesús y Ana Manuela, su infancia en el campo le marcó para siempre su corazón de niña, pues hasta los últimos días de su vida, nos reafirmó su convicción clara y firme de su identidad y amor al terruño que la vio nacer, sus primeros estudios los realizó en la escuelita del Potrero y su inolvidable maestra Emilia Benítez Cumaná, conocida como la Niña Emilia, con ella cursaría hasta tercer grado, para luego continuar sus estudios en la escuelita familiar y muy prestigiosa de la Niña Trina Pérez, donde vivió circunstancias que la hicieron reflexionar sobre el compromiso que como ser humano tenía que cumplir, sin desvíos ni atajos.
No pudo desarrollarse como hubiese querido durante ese tiempo, pero su sensibilidad de niña campesina y sus escasos conocimientos no fueron limitantes para que su natural discernimiento le permitiera conocer del ser humano, las distancias que existen entre el bien y el mal, y así comenzó a madurar su intelecto y su fuerte espíritu cristiano, que la llevarían por los senderos de la vida, soportando golpes y caídas que al final fortalecieron aún más su condición de mujer líder y guía de buenas y excelentes obras. Continuó sus estudios en la escuela Dr. Ernst, sus maestras y maestros, Srta. Dioscelina Cañizales, Alba de Espinoza, y el Bachiller Omar Cañizales. Etapa que compartió con sus primos Elda (La Catequista) y Ciro (Minumboc), más tarde se convertiría en la primera mujer campesina que realizó estudios en el recientemente creado Liceo Juan Antonio Román Valecillos de Carache. De su paso por esa casa del saber recordó a sus Profesores por quienes guardó siempre un infinito afecto.
Fueron ellos, Adolfo Espinoza Sáez, Orlando Durán, Teresa Vásquez, Ana Ramona de Bracamonte entre otros. Continua sus estudios en Barquisimeto, en el Liceo Mario Briceño Iragorry, donde obtiene su título de Bachiller. Logra coronar con gran sacrificio su título de Maestra Normalista obtenido en el Instituto Fermín Toro, más tarde el grado de Técnico Superior Universitario en educación Integral, mención Lengua y Comunicación, en la UPEL, Barquisimeto. Su primera Experiencia como maestra la hizo en su Potrero querido donde había recibido sus primeras luces, luego en el caserío la Unión, el Grupo Escolar Dr. Ernst y finalmente, en la Unidad Educativa “Guayauta” Humocaro Alto, de la que se convierte luego en su Directora, vivió 32 años felizmente casada en esta comunidad larense, donde fue un digno ejemplo como Ministra de la Eucaristía, manteniendo la conducta intachable de quienes tienen la responsabilidad de resguardar con celo, el noble título de ser Maestro. Dora Esther fallece en la ciudad de Barquisimeto el 16 de marzo del 2011, y es sembrada en la población de Homucaro Alto del Estado Lara el 17 de marzo de ese mismo año.
