¿CUÁL ES LA INCERTIDUMBRE DE UN MIGRANTE CARACHERO?

Por. Elena Hernández

Reportaje


Al escuchar y observar a través de las redes sociales la incertidumbre de la mayoría de los migrantes venezolanos, entre las que se aprecian el temor de no volver a ver a sus padres, a no estar con su familia en los momentos difíciles, ver a sus padres por video llamadas y que cada vez van envejeciendo, la tristeza que sus padres no conozcan a sus hijos en persona sino, a través de fotos, video llamadas, entre otras. Ya sabiendo las opiniones de migrantes venezolanos desconocidos, se optó por contactar a algunos caracheros para conocer sobre sus incertidumbres, estas fueron sus respuestas:


Laudis Valero (carachera residenciada con su esposo e hijos en Bogotá Colombia) respondió: “la incertidumbre de un migrante se divide en estas premisas: el temor es constante, se siente el corazón dividido entre el amor a los seres queridos y la seguridad económica, laboral. No es fácil vivir con el vacío, de no estar al lado de los seres queridos… acompañarlos, y vivir momentos especiales”.


Crisbely Chiquinquirá Linares Aponte (joven residenciada en Perú) …bueno, siempre le pido a Dios que me mantenga con salud para que me vean cumplir mis sueños, tampoco sé que sería de mí, si eso llegara a pasar… mis sueños son reunir dinero para comprar una casa propia, montar mi propio negocio, viajar como turista a otros países Continua: “yo como migrante puedo decir que los primeros meses o fechas especiales como que, me pega la melancolía, por estar lejos de mi familia, cuando me enfermo y sé que estoy completamente sola, me da un poco de miedo de lo que pueda pasar, ya que si no trabajas, no comes, prácticamente, no hay vida social, tengo hora de entrada a mi trabajo, pero no se salida”. Finalmente, agregó: “Sí quiero regresar a mi país, eso es lo que todo migrante quiere…»


Mientras que Rafael Marín Rodríguez (joven carachero residenciado en Argentina desde hace 5 años) Responde: “la incertidumbre de un migrante, principalmente, es saber si vas a poder valerte por ti mismo en un territorio desconocido, donde no tienes contactos, ni familia, ni amigos que puedan socorrerte en un momento de necesidad de cualquier índole; segundo, cuando estás en el camino construyendo la supuesta estabilidad que es como una utopía (porque nunca se alcanza del todo, mientras más te acercas más te alejas) siempre piensas en regresar, porque sabes que estar con los tuyos en cada momento es algo que no tiene precio, y por esa razón nunca deshaces la maleta del todo, vivimos con la maleta medio hecha metafóricamente hablando, siempre pensando en la posibilidad de regresar en el futuro, en intercambiar unos problemas por otros, ¡empezamos a valorar más el tiempo!. Una de las incertidumbres más grandes, es saber si va a valer el esfuerzo, si vas a tener éxito, y si podrás compartirlo con tu familia o seres queridos, si estarán allí para compartirlo con ellos porque, no somos eternos, el tiempo es oro y corre sin parar”.


Las respuestas de otros migrantes caracheros coinciden con las anteriores, solo que, por cuestiones de espacio en esta nota no se trascriben, pero son parecidas, desde el punto de vista de cada uno.

Migrantes caracheros entrevistados.
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