Por. José Gregorio Torres
Carache se ha caracterizado por ser un pueblo conforme, en casos extremos irreverente, desde siempre ha marcado un punto y aparte en cada acontecimiento que le ha sido de su interés, pareciera que, desde sus autoridades hasta el último ciudadano, solo espera la acción de la providencia, o es excesivamente conforme, o su fe es extremadamente profunda. He aquí que el Carachero asume las dos conductas extremas, durante un tiempo es paciente y espera la acción de quienes le gobiernan y por otro lado asume la vanguardia para defender sus intereses con tal fuerza que rompe los paradigmas más conservadores, y para ello se pueden citar algunos casos que en la historia son referencia puntual de esas conductas colectivas.
En su fundación, los indígenas con su Cacique a la cabeza, salieron para dar la bienvenida a los colonizadores pues eran tribus pacíficas y amables. Pero contrario a esto y por el abuso excesivo de un Capitán corregidor de encomiendas llamado Juan Suarez Mongón, surge como un relámpago la rebelión de su Cacique el Gran Karachi, a quien se le aplican los más horrendos tormentos hasta su muerte. Regresara la paz velada bajo la mano tiránica del imperio español y así surgirá más adelante “El Grito de la Amable Libertad”. Otro acontecimiento que despierta en los caracheros el espíritu libertario, con el que surgen nombres y próceres, para volver al letargo y luego sumarse a las consecuentes Revoluciones de la Federación en la que surgirán nuevos personajes de su suelo.
Cien años pasaran en esa paz que le otorga ser un pacífico Valle, pero surgirá en él, otro personaje controversial que marca un nuevo tiempo, pues la conducta irreverente “del Zurdo” toma nuevamente la senda de la rebeldía contra lo establecido, marcara de nuevo nuestra historia, y anunciara posteriores acontecimientos nacionales. En adelante el pueblo asumirá reclamos para exigir sus reivindicaciones y en plena revolución se viven los sucesos de Carache, quedan saldos evidentes de violación de derechos humanos.
El pueblo agricultor de la Mesa resaltaría en aquellos acontecimientos y reivindicara el nombre de su prócer y mártir. Padre Fernando Perdomo. Hoy con el fenómeno Chaperudo, Yohanthi Domínguez, se ratifica la reaccionaria, consciente actitud de protesta en el Carachero. Un nuevo tiempo y una nueva historia comienza en el Valle de San Juan Bautista de Carache.