José Gregorio Torres.- Desde hace unos cuantos años, en Carache se logró detectar que unas marmolería foráneas, tenían sus negocios en Carache, y que algunos amigos de lo ajeno, en complicidad con otros menos inescrupulosos, estuvieron desmontando trabajos de marmol en el cementerio de Carache, y que luego vendían a éstos comerciantes de éste material, se presume que para luego ser revendidos en otras latitudes. Esto sucedió hace poco mas de veinte años, lo cual fue descubierto ya que una figura nacional con un importante cargo en el gobierno, descubrió que la tumba de un familiar muy querido, le habían desmontado su trabajo de fino marmol importado, lo que sucedió aprovechando la oscuridad y la falta de vigilancia en dicho cementerio.
Como un irrespeto, falta de consideración y hasta una ofensa al alma de los difuntos, se puede considerar el hecho de que estos vándalos incursionando en horas de la noche en el Campo Santo, se dediquen a profanar tumbas y violentar la paz de los difuntos, pretendiendo justificar que ésto sucede por la dificil situación económica, pero que nada justifica lo que está sucediendo en el cementerio de Carache donde al parecer en éstos últimos días se han dado a la tarea de desvalijar algunas tumbas, que sí bien ahora, el objetivo no es el mármol del cual queda poco, por cierto; sí han cambiado de objetivo, pues supimos de buena fuente y lo cual se está verificando que la famosa tumba mosouleo de la familia Quevedo Viloria está siendo visitada, para robarse las rejas de hierro que lo protegen. Pero que también lo han venido haciendo con otras tumbas a las cuales les han quitado el techo y hasta las rejas que con sacrificio han colocado los familiares, sin que nadie dé cuenta de ésta situacion.
Segun informacion llegada a nuestra corresponsalía presuntamente se estaría llevando a cabo un desvalijamiento de material férreo de éstas tumbas, ósea todo lo que tiene que ver con hierro colao, tapas de compresión, baterias malas, y todo los que los amigos de lo ajeno tengan a bien poner a disposicion del chatarrero, cosa que sí bien, no es promovido formalmente desde el negocio, sabemos que ésto se ha convertido en un rebusque de muchos quienes les parece más fácil sustraerlo de cualquier sitio, incluyendo del propio Cementerio, cosa qué debe ser investigada por la autoridades respectivas y sobre todo buscar las maneras de que éste patrimonio, como lo es el cementerio de Carache, sea protegido de éstos vándalos comerciantes, que no respetan ni la paz de los difuntos.
