Por. Elena Hernández
Se dice que es fácil identificar a una persona donde quiera que se encuentre por su forma de vestir, hablar, en pocas palabras, por su cultura y costumbres, para ser más coloquial, usaremos aquel viejo refrán que “Por la maleta se conoce el pasajero”, ahora bien, ¿todos estos dichos se aplicarán con los caracheros?
Hagamos una breve descripción de cómo identificar a un carachero, pero para eso comencemos por describir las características del carachero, emprendedor, trabajador, curioso, murmurador, inteligente, solidario con las nobles causas, amante del deporte, bohemio y parrandero, refranero, dicharachero, con un arraigo profundo hacia su pueblo que parece agigantarse cuando se encuentra fuera de este, quien lo describe como un paraíso, de mujeres bellas, hombres mujeriegos y machistas, los modismos, expresiones propias populares: “fiero, diablo, a diaaajo, tantica agua, malasangre”, entre otras.
Sin duda alguna, es fácil reconocer un carachero, hasta la hora de comer, cuando pide el famoso ají o picante, la arepa, el mojito, caraotas, en fin, las distintas tradiciones gastronómicas del carachero, las quiere saborear en cualquier parte del mundo. En cuanto a la música, la parranda, merengue campesino y qué decir de las rancheras al clásico estilo mejicano, además, amante de la moda y de las cosas buenas, le gusta destacarse en lo que hace.
Por lo antes escrito, entre otras, sería muy fácil identificar a un verdadero carachero.