CASO EN PÉRDIDA DE BOMBONAS EN CARACHE NO ESTA CLARO PARA LOS BENEFICIARIOS

Por.  José Gregorio Torres

“Mientras haya gente mansa, siempre habrá también avispados”. Con este dicho muy popular se ha querido iniciar esta nota que más que criticar, busca alertar sobre una serie de acciones que se vienen aplicando desde la administración del Gas Comunal en Carache, y a pesar que ya hubo una prueba evidente de la mala intención en el caso de las bombonas de La Platera donde hace ya para un año se hizo público cuando la comunidad afectada por la acción delincuencial de uno de los funcionario de esta empresa del estado en el caso de Carache, lo único que se logro fue una mía culpa y un aparente resarcir de daños y perjuicios a los vecinos afectados de la comunidad, pues al final, sí les devolvieron el dinero y las bombonas, solo que no eran los cilindros originales de sus dueños, pero algunos los aceptaron porque según las mismas autoridades les recomendaron eso o nada.

Gráfica referencial.

La verdad, que el decir de los sabios es que si se permite la impunidad en una primera ocasión, el delincuente se confía y vuelve a cometer el delito, y al parecer, es lo que ha seguido sucediendo en el caso de la `pérdida de las bombonas, y que no se necesitan tener mucha pericia investigativa para saber que aquí lo que se presume ocurrió fue que la empresa  permitió a los infractores o delincuentes como se le quiera llamar, que continuaran su negocito y que por cierto, ya no están en la empresa algunos de ellos, pero dejaron como herencia a la maltrecha administración del Gas Comunal, las malas mañas, las cuales se han seguido aplicando, consiste la táctica en correr la arruga, ¿cómo es eso?, pues las bombonas nunca han aparecido, las sustituyen con las de otra comunidad y siempre estarán faltando las doscientas y tantas bombonas que se perdieron inicialmente; las que presuntamente fueron vendidas o extraídas por los anteriores administradores para hacer su negocio redondo.

Claro, detrás de todo esto siempre está la mano de la corrupción y no se descarta quien manifieste que hará demanda por injuria o por incitación a la violencia, pero lo cierto es que las bombonas aún no han aparecido, ni los reales que les deben a los mecánicos que arreglan los vehículos en Carache y los que ascienden al parecer, a más de mil quinientos $, y no jugando Ajiley precisamente. Así como a innumerables caleteros que  por cierto han tenido varios accidentes donde la empresa presuntamente, no asume ninguna responsabilidad. También por este comentario podemos ser demandados. Ojalá el pueblo en verdad tuviera el poder, pero la realidad es que el monstruo de las cinco cabezas, es quien manipula y controla la corrupción.

Otra gráfica referencial.

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