CARACHEROS TOMEMOS CONCIENCIA: EL VIENTO ACELERA LA PROPAGACIÓN DE INCENDIOS FORESTALES

Por. Elena Hernández

Como bien es sabido, en las comunidades agrícolas del municipio Carache, la roza y quema en el acondicionamiento de espacios agrícolas es una práctica ancestral, sin embargo, urgen estrategias de transición a la “No Quema” para contribuir con la salvación de la flora y fauna de los bosques, montañas, que rodean los campos agrícolas y la geografía del municipio Carache, dada la experiencia que se tiene de incendios forestales de gran magnitud que se han originado a partir de estas prácticas, aún sabiendo que, el viento acelera la propagación de incendios forestales, no se toman en cuenta las condiciones ambientales, por ejemplo: los meses de julio, agosto, principios de septiembre, donde se tiene la experiencia de años anteriores de grandes incendios que se han generado en el municipio Carache.

Mencionando, algunos de estos, por esta misma fecha, aproximadamente, entre los años 1996 – 1998, hubo un incendio en la comunidad de Las Montañitas, que causó un gran impacto ambiental, acarreó con la destrucción de grandes hectáreas de hábitat de flora y fauna, llegando hasta causar nerviosismo en los moradores por asfixia a consecuencia del humo y temor de perder sus pertenencias y hasta la vida. Al igual, lo que está ocurriendo en los actuales momentos en la Comunidad de Mesa Arriba, con un incendio que comenzó al parecer, en la “Punta de La Mesa”, (Tal como indican algunos moradores cercanos a la zona), se ha propagado hasta donde llaman Moporo y aún sigue traspasando límites, ayudado por la acción del viento.

En este orden de ideas, es preciso mencionar cómo se comporta el viento ante el fuego apoyada en información que aporta el (el Blog Meteoclim), entre otras fuentes, a fin de generar conciencia y buscar estrategias de transición a la “No Quema”. “La variable “Viento” afecta a los incendios forestales de diversas formas acarreando consecuencias importantes para el desarrollo de grandes incendios, por un lado, el viento puede llevarse aire cargado de humedad, acelerando el desecado de los combustibles forestales, una vez iniciado el incendio, el viento puede incrementar la cantidad de oxígeno disponible, acelerar la propagación del incendio al transportar brasas a nuevos combustibles iniciando focos secundarios”. “Además, cuando arde un incendio el viento tumba las llamas y las acerca a los combustibles no quemados, también el viento afecta a la dirección de propagación del incendio y el transporte de humo”. Por otro lado, un cambio abrupto en la velocidad del viento puede reavivar fuegos o frentes mal apagados, sobre todo, bajo condiciones de alto riesgo.

¡Carachero!: “Ten presente que el fuego puede dar calor y transformar el lugar donde se encuentra, pero, también puede reducirlo a cenizas”.

Incendio forestal en la Comunidad de Mesa Arriba.
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