Por. José Gregorio Torres
Si bien es cierto que el ambiente político democrático, por su propia naturaleza, es que unos deciden y acompañan a algún candidato en particular, otros se muestran en contra del gobierno municipal, y en el caso de Carache por supuesto entre los aspirantes de oposición, era evidente que de los tres candidatos opositores, uno seria el abanderado, así se vivió, y así lo decidió el pueblo de Carache.
Actualmente existen nuevas autoridades de los poderes ejecutivo y legislativo, representado por independientes y partidistas de oposición, teniendo esto claro cómo se tiene, todas las demás autoridades que posee asiento y vida activa en el municipio, que pertenezcan a cualquier directriz del gobierno nacional, deben en mínimo grado, respeto y consideraciones para la majestad que representan estos dos poderes políticos y de gobierno, ya que es un mandato de la constitución cuando expresamente contempla la cooperación mutua entre poderes, y que se ratificó a través del voto en las pasadas elecciones.
Esto lleva a la conclusión de que lo más prudente e inteligente de nuestras autoridades, llámense municipales, y dependientes de cualquier organismo del gobierno nacional, es que deben responder al mandato del pueblo que ha elegido como su cuentadante y máximo representante en este caso el de Yohanthy Domínguez alcalde de este municipio, y con él, al grupo de Concejales que le acompañarán en el proyecto de gestión para estos cinco años de gobierno.
Sería muy mal visto y sin duda reprochado por todos y cada uno de los caracheros el que, si el Alcalde electo cumple con las exigencia de quienes lo colocaron y lo reconocen como su máximo representante ante los demás órganos del poder público, y es entorpecida o saboteada su gestión, con ello estaríamos en un estado de desacato a la constitución, esto por supuesto tiene sus instancias para protestar, pero quedarían en entredicho las verdaderas intenciones de quienes se opongan y no colaboren.
Por tanto a quienes les estarían haciendo un daño irreversible, sería al pueblo que ha decidido cambiar de gobierno, al menos en la instancia de su capacidad y alcance. Estamos seguros que cada funcionario debe asumir que su deber es cumplir con la constitución, con el pueblo, y no con lineamientos políticos en contra del bienestar de la comunidad, porque esto sería un retraso y un mal que se le haría también a la economía del pueblo, que ya está bastante golpeado con la situación política nacional que vivimos.
Es por eso, que los Caracheros debemos ser inteligentes y no prestarnos para ese tipo de actitudes, ya lo vivimos con la situación presentada en el Complejo Cultural, igual con la Dirección de Comunas, y últimamente con la Dirección de Salud. Esperemos que como caracheros, reflexionemos un poco y pensemos en Carache, primero que en nuestras afiliaciones políticas, los partidos políticos pasan pero Carache sigue en pie de lucha.
foto: referencial