Por. José Gregorio Torres
Opinión
El conformismo será la perdición de los venezolanos, esto si no asumimos que la situación del país debe cambiar y debe cambiar de fondo y forma, porque si esto continúa como va lamentablemente, veremos a nuestros vecinos o ellos a nosotros morir de mengua, sería muy triste que después de ser un ejemplo para el mundo, una referencia en muchos ordenes de la sociedad, hoy seamos el país más desdichado del globo terráqueo, donde las profesiones más importantes y vitales en toda sociedad, como es la de un médico o la de un docente, hoy es la más mal remunerada y por tanto, las menos deseadas.
Es preocupante que en Carache estemos llegando a estos extremos en los que un desayuno cueste un dólar, lo que equivaldría en promedio a tres dólares diarios, lo que no corresponde al ingreso público, situación que imposibilita cumplir con un régimen nutricional como lo establece la pirámide alimenticia, con el agravante que son los niños y los adultos mayores, quienes se convierten en las personas de mayor vulnerabilidad para nuestra sociedad. Ahora bien ¿cuánto gana un empleado público? ¿Acaso gana lo suficiente para cubrir estos costos?, o acaso ¿tendremos que volver a los días antes de la pandemia en la que nuestros sembradíos de caña y de otros rubros, ¿se convirtieron en los principales objetivos para saciar el hambre?, ¿Será posible que nuestros niños y ancianos tengan que seguir sufriendo esta situación? ¿Decirlo y alertarlo es ponerse contra la constitución y las leyes? No creo.
Esto es una incertidumbre y un temor al que el pueblo de Carache, a pesar de su conformidad debe prepararse porque para nadie es un secreto que la bolsa que el gobierno está subsidiando ya no es más que un elemento más para producir enfermedades pues nada contiene que pueda significar un balance alimenticio, pues a quien le dura una semana el arroz la pasta y la harina que está elevando los índices de enfermedades ya erradicadas y que es producida por el hambre, donde está el balance alimenticio del que tanto se habló a principios de la revolución. La verdad es que, si esto continua como viene, lamentablemente, la próxima generación de hombres y mujeres serán en su mayoría de venezolanos enfermos débiles e improductivos y Carache no será una excepción.