Por. Él Profesor Carlos Grillet
Los venezolanos y las venezolanas deben tomar en cuenta que el Esequibo además del uso del suelo, extracción y explotación de recursos fósiles – petróleo –, la extraordinaria diversidad vegetal, animal y las aguas que representa un punto estratégico para tránsito fluvial productivo, resguardo de la soberanía y el puente de intercambios comerciales con países hermanos para el desarrollo económico, ambiental y poblacional, es crear una precisa y contundente conciencia hacia la descolonización reafirmando en los escenarios educativos, culturales e históricos que el Esequibo, sin perder de vista a nuestros pueblos indígenas y procurando desmontar efectivamente el discurso del gobierno de Guyana y transnacionales foráneas que nos configuran erróneamente que “es Venezuela el agresor y nada tiene que reclamar”. No es así.
Sumarse al llamado al Referéndum Consultivo el domingo 3 de diciembre es la expresión de patriotismo unida de manera indisoluble al territorio, al espacio físico que defendemos con argumentos históricos, legales y políticos hacia la comunidad internacional, a las élites poderosas con sus pretensiones de despojo y a la Corte de Justicia Internacional que mantiene una matriz parcial y evasiva enlazada prender la mecha para evocar los “tambores de guerra.
Venezuela se ha caracterizado por referencia a una cultura democrática, protagónica y participativa. El domingo 3 de diciembre será, indiscutiblemente, una fiesta por la patria y para la patria, una singular experiencia apegada a la Constitución Bolivariana de Venezuela (artículo 71) en el encuentro que nos conducen a un plano interior y la riqueza que da cuenta que Venezuela tiene una posición de paz, acuerdos y, sobre todo, de justicia. Es un sentimiento nacional, los fieros y fieras patrióticas como lo describe en emancipador pensamiento de El Libertador Simón Bolívar en La Carta de Jamaica, que, en la actualidad, 2023, con la firme voluntad de seguir siendo independiente y protagonistas de un discurso identitario venezolano y todo ello con conciencia de defender la soberanía: el Esequibo venezolano e integrando la frase genuina del poeta cumanés Andrés Eloy Blanco: “El Sol de Venezuela nace en el Esequibo”.
