BETICHOPE: TRADICIÓN ANCESTRAL DE GENTE, BARRO Y FUEGO. (II Parte)

Por. Javier Lugo

@javierlugo21

Los tiempos modernos ofrecen a los artesanos múltiples herramientas y elementos para facilitar su trabajo, así como para mejorar la calidad y apariencia de sus creaciones, en “Betichope” nada de esto se utiliza, ni tornos, ni herramientas industriales y mucho menos sustancias químicas, aquí la artesanía, sin duda alguna es ecológica, debido a que es elaborada solo con los elementos que ofrece la naturaleza, es también una cerámica simple, sin adornos y las que los poseen, son algunos elementos plásticos, muy sencillos.

 Es de especial interés en la artesanía de Betichope las técnicas con las que está se elabora, tales como el enrollado, la cual hace que no sea necesario el uso del torno para poder darle forma a perfectas vasijas y tinajas, estas una vez secas, se pintan con un engobe realizado bajo una técnica única, que consiste en cocinar un tipo particular de tierra, junto a otros elementos, que una vez cocida la cerámica le confieren un brillo particular y único. Según las investigaciones realizadas por el extinto Consejo Nacional de la Cultura en el año 2005 en toda Venezuela, hace de Betichope el único lugar donde ha encontrado esta técnica, razón por la cual en una publicación afirman: “Las (os) artesanas (os) de Betichope son muy hábiles en las técnicas que utilizan, algunas solamente las hemos observado allí”.

Vasijas, ollas o tinajas de Betichope, listas para la venta, con sus manchas negras, marca particular de esta cerámica. (Foto: Xiomara Cabrera).

Pero esto no solo termina aquí, una vez seca y pintada la cerámica, es cocida a cielo abierto, sin ningún tipo de horno, solo se abre un hueco en la tierra, se hace una braza con leña y bosta de vaca,  se coloca la cerámica la cual se tapa con más elementos naturales, se deja cocer durante toda una noche y un día, el resultado: hermosas piezas de cerámica, con una marca particular que le dan las temperaturas no controladas de la cocción, consistentes en unas hermosas manchas negras en diferentes partes de la pieza, son la marca distintiva de la cerámica hecha en Betichope.          

Las señoras  Rosario Nilvia, Pascualina, María Antonia, Rosa María, Ángela Rosa, Juana, Aniceta, Francisca, Isidro y Ovidio, algunas ya fallecidas, son las últimas gentes de barro y fuego de Betichope, una práctica en peligro de desaparecer en este siglo, ante la falta de interés y de políticas culturales que promuevan la continuidad de esta tradición ancestral. 

Artesana de Betichope Palmira Valera, pintando con el engobe natural realizado en esta comunidad, una de sus piezas cerámicas. (Foto: Xiomara Cabrera).    

 

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