A UN MES DE SU FALLECIMIENTO, COMPAÑERA DE JULIO JOSÉ ROSALES, CUENTA LA VERSIÓN DE LOS HECHOS

Por. José Gregorio Torres

Carache tiene una vasta geografía dominada por páramos, campos y comunidades netamente agrícolas, son comunidades muy accidentadas y de difícil acceso, pero allí existen familias que, desde hace muchos años, se constituyeron bajo el amparo de la fe y de las creencias populares, comunidades que no conocen de despilfarro de tiempo ni de labranza, solo hay descanso los domingos para cumplir con la tradición y las costumbres religiosas, nada diferente es en la comunidad de Bojotó, caserío ubicado, en la Parroquia la Concepción de Carache, al pie de uno de sus más fríos páramos, una comunidad que tiene muy enraizadas costumbres cristianas, es este ambiente donde nace y crece nuestro joven personaje: JULIO JOSÉ ROSALES INFANTE, es en este pintoresco caserío donde se suceden los tristes y lamentables acontecimientos.

El ciudadano Julio José Rosales Infante.


Habla la ciudadana Norelys Albornoz, compañera de Julio quien, en medio de su dolor y tristeza, quiso contarle a Elcarachero.com, parte de la historia, que se refiere al joven agricultor Julio José Rosales y que culmina trágicamente, en esa comunidad, el pasado 22 de junio del año en curso, comienza su relato diciendo: Julio José Rosales Infante, nació de una humilde y laboriosa familia del campo, su pasión fue la agricultura, era un joven muy callado, a la edad de 36 años, fue padre de un niño, era jovial, buen padre, amigo y buen esposo, muy servicial, colaborador con las actividades de la comunidad, expresaba una gran veneración y respeto a su progenitora, como padrastro, asumió con gran responsabilidad, su deberes asistiendo a los hijastros, como si fueran suyos, era un padre cariñoso y atento.


Nada hacía percibir en esos días alguna situación que pudiera causarle una confusión en su conducta, pues no fue sino hasta el mes de enero de este año, cuando Julio José Rosales Infante, entró en una extraña depresión, situación que obligó a sus familiares a llevarlo a la población de Boconó, donde solicitó ayuda profesional, esto se repitió en varias ocasiones y el joven aparentemente, iba teniendo alguna mejoría, sin embargo, de un tiempo para acá, las cosas se fueron empeorando y sufrió nuevamente, una fuerte depresión, lo que obliga a la familia a llevarlo a la cita psiquiátrica el 10 de julio. cuenta su compañera, que fueron días de verdad, preocupantes, pues la situación anímica de Julio, era deprimente, por eso toda la familia se mantenía alerta, pero la noche del 22 de junio, todos estaban preocupados, pues aunque no lo sabían, al parecer, ya había decidido terminar con sus días, ya nada cambiaría ese acontecimiento fatal, continúa relatando con mucho dolor la compañera de Julio, a eso de las cinco de la mañana, Julio salió de la casa de su madre donde residía, con intensión aparente de hacer una necesidad fisiológica, por lo que, nadie presentía lo que sucedería, al no regresar a la casa salieron a buscarlo, pero ya era demasiado tarde, Julio nuestro querido Julio, se había ahorcado frente a la casa, en una mata de melocotón, se hizo intento de auxiliarlo, pero ya era demasiado tarde. Finaliza su relato.


Elcarachero.com agradece a la ciudadana Norelys Albornoz por habernos concedido a un mes de esta tragedia, esta entrevista y por medio de ella hacemos llegar nuestras sentidas condolencias a familiares y comunidad de Bojotó y Mesa Postrera.

PAZ A SU ALMA.

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