Por. Javier Lugo
@javierlugo21
Por varios minutos la población de Carache se vio bañada con un manto blanco de neblina, que bajando de las altas montañas e impregnó a todo el centro de la población, sus calles y avenidas, así como a las casas que se encuentran en los cerros que conforman el valle, de las que solo eran visibles escasamente sus luces.
Para asombro de los pocos caracheros que se encontraban en las calles, los cuales observaban como este manto blanco lentamente fue descendiendo sobre la población la cual en pocos minutos quedó cubierta en su totalidad, al final de la noche fiestera del sábado 22 de octubre, a eso de las 11:45 p.m. extendiéndose hasta las primeras horas del domingo 23 de octubre, cuando siendo las 12:05 a.m. con la lentitud que llegó, se fue despidiéndose, para tristeza de quienes se encontraban disfrutando de este espectáculo, el cual escasamente se ve en Carache capital, aun cuando esta se encuentra en un valle y este fenómeno debería de ser más común, sin embargo no se ve con tanta frecuencia.
Como anécdota de este tipo de fenómenos naturales, contaban las abuelas como mi abuela Ana Sofía Infante de Lugo, que antiguamente era muy común ver bajar a la neblina en Carache, la cual se hacía presente de forma constante para disfrute de los pobladores, con el tiempo esto se fue acabando, me decía; considero que la actitud depredadora contra la naturaleza que caracteriza a nuestra condición humana, es la responsable que una naturaleza herida, ahora se niegue a mostrarnos sus espectáculos de belleza, como el que este sábado para domingo nos mostró en gentileza.
Que belleza! Siempre he dicho Carache es guerra bendita de Dios! Y no soy de alla