Por. José Gregorio Torres
No es lo mismo legal que legítimo, pero en asuntos de la rojo, rojita revolución, en Carache al parecer, da lo mismo cirios que troyanos, aunque desde hace mucho tiempo casi quince años aproximadamente, que el partido de las grandes mayorías chavistas ha dejado de ser unido, popular y democrático, pues para nadie es un secreto que cada vez que se realizan elecciones de sus delegados se aplican las más absurdas medidas electorales contrariando y violando los principios de la participación, donde el pueblo deja de ser pueblo para convertirse simplemente en electores borregos y sin poder de decisión, aunque en las declaraciones de sus principales dirigentes a nivel nacional expresan, hablan de pluralidad y participación así como de elecciones directas, secretas, la verdad, lo único que funciona es lo de secretas, porque al final ni se sabe cuál es el procedimiento de esas elecciones, donde todos salen criticando la misma manera de actuar de los que hasta ahora se ha adueñado del partido y hecho amos del valle.
Al parecer, de algunos muy allegados a este monstruo político de cinco cabezas en Carache, se sigue haciendo y des haciendo con este partido, como le da la gana a vieja manera de hacer política, claro eso se entiende porque según las autoridades nacionales, por las influencias de quienes no se sabe aún, aquí se han venido realizando asambleas en las que son solo invitados los entornos de los cinco que mantienen el poder, y a nivel regional asisten como árbitros para Carache, algunos seudos dirigentes con poder en el gobierno, de quien solo se sabe, llegan de noche y se van de madrugada, sin dar declaraciones públicas, para explicar al pueblo que es el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en Carache y porque ese empeño en mantener esas cabezas como sus principales dirigentes, porque desde hace mucho tiempo que este partido ha dejado de ser lo que quiso que fuera su fundador: “Un partido popular y donde el pueblo se manifieste”.
Estas Asambleas Informativas, más parecen cenáculos donde los que participan actúan como inquisidores, donde se toman decisiones como lo hacía la vieja élite partidista más rancia de la historia, donde se castiga a los que no actúan como mandan los dueños del valle, o sea, a los que se nieguen a ser borregos y quienes tengan ideas de acercamiento al pueblo, participación o a todo aquello que llame democracia, pues no debe tener cabida, menos aquellos que quieran investigar las conductas delictivas de los que se han encargado de saquear el fisco público o desmantelar la alcaldía, como es el caso de Carache, donde todo lo hacen a espaldas al pueblo. Aquí cabe la famosa frase popularizada por el comandante Chávez: “El que tenga oídos que oiga y el que tenga ojos que vea”. Y mientras el cenáculo supra poderoso de Carache integrado por el monstruo de las cinco cabezas se mantenga en el poder, desde Carache se sigue esperando el cambio de gobierno tan necesario para volver a la Venezuela moderna y de progreso. Se seguirá gritando y exigiendo como hace 241 años una AMABLE LIBERTAD.
