Por. José Gregorio Torres
Con muy buenos ojos y con expectativa esperan los nuevos emprendedores de Carache, la recién nombrada gerencia designada por el Alcalde Yohanti Domínguez, para la administración del Mercado Municipal, institución que desde hace más de quince años venía siendo administrada bajo los criterios de un comodato particular y el que sin duda le ha venido haciendo mucho daño, no solo a la reputación de los burgomaestres, sino también a las ya mermadas arcas de la hacienda pública municipal, pues muchas fueron las protestas de los que allí lograron obtener su espacio, cuando vieron mermadas sus ganancias por los cobros excesivos que tenían que cancelar y que incidían en los costos finales para los consumidores a quienes se les recostaban todos estos excesos y abusos, lo que resultaba muchas veces más económico comprar en cualquier otro comercio.
Sería Importante escuchar a los nuevos emprendedores, abrir un abanico de ofertas con respecto a los espacios hoy sub utilizados del mercado; en primer lugar, debería dársele un nuevo nombre, por lo menos para borrarle la tan mala fama que ha adquirido con estas pasadas y nefastas administraciones, donde este pequeño pero significativo mercado, ha perdido el sentido para el cual fue creado. La idea original fue darle a la comunidad un mercado municipal donde se pudiera ayudar a los pequeños, medianos emprendedores, artesanos, artistas, entre otros, y que a la vez garantizara al grueso de la comunidad precios más económicos, con garantías de calidad en productos primeramente de consumo humano, cosa que se inició, pero que con las agujas y los dientes afilados de los vividores del erario público, las facturas políticas de los que financian campañas, al final terminó convirtiéndose, este hermosos proyecto en un negocio lucrativo más, para hacerse de los bienes públicos a costa del pueblo.
Menos mal que el cuento en esta oportunidad es otro y se sabe que la reciente administración Municipal tiene las mejores intenciones de recuperar espacios como este, al igual que el matadero hoy cuenta con una administración nueva de la que también se esperan por lo menos consideraciones donde los beneficiarios finales sean los ciudadanos de este tan maltratado pueblo y por fin se pueda comprar en el mercado municipal, no solo productos de calidad, sino a precios, que le hagan rendir sus desgastados ingresos. Es una cuestión de justicia.