Por. José Gregorio Torres
José Delgado nació en Carache, el 27 de agosto de 1936, desde muy joven manifestó sus inclinaciones por el periodismo, cuando apenas tenía unos 25 años, luego de haber cumplido con el servicio militar bajo la presión de la Seguridad Nacional y el gobierno dictatorial de Marcos Pérez Giménez, le creo un problema de salud y debió retornar a su pueblo en el año 1953. Luego que se recuperara y sin tener mayores conocimientos de periodismo, se dedicó a escribir en cuadernos que le obsequiaban sus amigos donde recopilaba las noticias relevante y de farándula que ocurrían en Carache.
Más adelante obtuvo mediante obsequio de un amigo una bicicleta con la que diariamente recorría el poblado vociferando las noticias y novedades, llegando a imponer en el argot popular, frases tales como “hasta los semerucos y hasta las arandelas”, se presume y se rumora, entre muchas otras que le otorgaron, durante más de medio siglo, el título de reportero popular y con el cual es reconocido hasta el día de hoy como el reportero.
Rafael el Pollino, como se le conoció cariñosamente, apodo que le colocaron sus compañeros de clases cuando apenas cursaba sus primeros años de primaria, motivado a un corte de pelo con pollina que le realizaron, a partir de allí se le conoció como Rafael el Pollino, luego de su problema en el ejército donde se le altero su sistema nerviosos, lo cual le obligaba a encerrarse hasta por cinco años consecutivos y en los que no hacia vida social, pero que no dejaba de escribir en sus cuadernos, esto creo el decir de la gente cuando alguien está nervioso o desaparece por un tiempo, “ este ya se empolinó”.
Rafael José Delgado, se convirtió en uno de los principales personajes populares, cronista ambulante, pero sin duda que haber sido el reportero informal de Carache, le valió el justo reconocimiento de quienes hoy emulan esta profesión de comunicadores sociales, pues si bien Rafael careció de conocimientos profesionales en la materia del periodismo, no se puede negar que en medio de su ignorancia supo llevar este remoquete con orgullo, el cual ejerció de manera consecutiva por más de cuarenta años, en los que la frase, se “Presume y se Rumora”, siempre fue el antecedente de sus informaciones.
En sus últimos años de vida ya convaleciente fue ilustre huésped de la Casa del Anciano de Carache donde felizmente paso sus últimos días hasta el 6 de septiembre de 2018 cuando a la edad de 82 años, fallece a las 4: 20 de la madrugas en el Hospital Dr. “Rafael María Quevedo Viloria de Carache”. Sirva esta pequeña parte de su vida, para rendir merecido y póstumo homenaje a su memoria desde el Carachero.com.