La pelotica de goma evoca recuerdos entrañables para las generaciones de los 80, 90 y principios de los 2000. Jugar una partida de pelotica era una experiencia única que se vivía en el recreo, en la calle o en la avenida. La emoción comenzaba desde el momento en que se seleccionaban los equipos, donde siempre había quienes deseaban ser parte de los mejores para asegurar la victoria.
Aquellos días estaban llenos de risas y camaradería, y la frase «vamos a hacer un vaca» resonaba como un llamado a la aventura, pues era común reunir dinero para comprar una pelotica de goma. Hoy en día, lamentablemente, es difícil encontrar estas pelotas en los comercios, pero los recuerdos de esos juegos siguen vivos en nuestros corazones, recordándonos que el deporte era sinónimo de diversión y amistad.
Hernán Meléndez Reportero Comunitario
