A pocos días del inicio del año escolar en Venezuela, los representantes de los estudiantes en el municipio de Carache han comenzado a equipar los morrales de sus hijos. Ante esta situación, surge la propuesta de realizar una gran feria escolar al estilo de otras ciudades y pueblos cercanos. Este tipo de ferias ofrece precios más accesibles para los útiles escolares, lo que representa un alivio significativo para muchas familias.
Aunque el Ministerio de Educación proporciona dotaciones gratuitas, hay artículos esenciales que deben ser adquiridos por las familias. Debido a la diferencia sustancial en precios con tiendas en ciudades cercanas como Valera y Barquisimeto, muchos representantes se ven obligados a viajar para abaratar costos, lo que no siempre es viable.
La organización de una feria escolar no solo beneficiaría a las familias al ofrecer productos a precios más justos, sino que también fomentaría la unión y el apoyo entre los miembros de la comunidad. Además, permitiría a los comerciantes locales exhibir sus productos y atraer más clientes, fortaleciendo así la economía del municipio.
Hernán Meléndez Reportero Comunitario
