A casi dos años de la pandemia de COVID-19, Carache aún experimenta las secuelas en su sector económico. Algunos establecimientos comerciales han optado por limitar sus operaciones al horario matutino, recordando los días de restricciones obligatorias que dejaron una marca indeleble en la memoria de comerciantes y consumidores locales.
La animada actividad comercial que solía caracterizar las tardes en Carache ha dado paso a una sensación de desolación una vez cae el sol, fenómeno atribuido en parte a la escasez de transporte público durante esas horas. La comunidad reflexiona sobre cómo adaptarse a esta nueva realidad económica post pandemia.
Carlos Grillet Reportero Comunitario