Por. Marcos Álvarez
El pasado jueves 2 de noviembre del presente año, motivado al torrencial aguacero que cayó sobre nuestro pueblo Carache, la quebrada VITARÙ volvió a crecer y nos hizo recordar nuestra época de niño. Este pedazo de Patria chica, esta enclavado en nuestro sentir y latir, la quebrada Vitarú tiene sus historias llenas de benevolencias ya que este caudal de aguas que algunas temporadas nos traé; es como decir puras bendiciones por que su crecida siempre enarbola aguas mansas, me refiero a su rudo y escaso caudal, personas más longevas decían que una vez se creció más de la cuenta y trajo problemas; supuestamente no estaba delimitada como ocurre en varios lustros atrás, de esta barrera puesta para contenerle su crecida, total que las plegarias y los sollozos de toda esa población son oídas por el creador Jesucristo y nuestro Patrono San Juan Bautista, que ruega por todos nosotros como buen padre amoroso y responsable. Carache y su quebrada Vitarú son dos amigos insondables para acuñar y seguir acuñando la tierra de la amable libertad. Agradecimiento muy especial al ciudadano Teobaldo Morales por suministrar la información.