Por. José Gregorio Torres
¿Quién le pone el cascabel al gato? en el caso de las constantes violaciones a la Ley Penal del Ambiente, al parecer, no existen autoridades que atiendan este problema con prevención, solo estamos atacando el problema luego que se presenta, y poco o nada se hace para prevenir la cantidad enorme de violaciones, no solo al ambiente como tal, sino, los derechos de los ciudadanos a contar con un ambiente sano, a disfrutar de sus recursos naturales, como lo establece la constitución, es que ahora se ha puesto de moda, justificar toda violación y despojo de la protección al ambiente, por la necesidad de la producción y garantía alimenticia, cosa que si no se analiza y se toman medidas a tiempo, cuando lleguemos a darnos cuenta, no habrá ni ambiente sano, ni como producir alimentos, pues morir de inanición será la única opción que nos dejen quienes hoy tiene la responsabilidad de atacar como debe ser, estas violaciones a la Ley Penal del Ambiente.
Hace 40 años, el 3 de enero de 1992, para ser exactos, se promulgó la primera Ley Penal del Ambiente, recuerdo que en Carache se promovió con una fuerte y abierta campaña, desde el Grupo Juvenil Papelón, El Gañan fue instrumento como medio de difusión masiva a través del Diario de los Andes, estos enormes esfuerzos conllevaron a detener de alguna manera las fuertes depredaciones ecológicas que amenazaban nuestro entorno, pues hacia tan solo veinte años atrás, se había emprendido una reforestación a través de CONARE, la cual hoy podemos decir, minimiza enormemente las actuales olas de calor que se sufren a raíz del calentamiento global, proyecto de arborización que se hizo con la siembra de pinos, eucaliptos y otras variedades, adaptados a nuestro suelo creando una protección contra la erosión, han sido años de lucha por parte de los ambientalistas, de los amantes de la naturaleza, fueron logros que tuvieron defensores y verdaderos héroes quienes lograron consolidarse en un FRENTE ECOLÓGICO LLAMADO MINUMBOC.
Podemos contar como anécdota cuando un joven maestro integrante de este Grupo Juvenil Papelón, como paradoja aleccionadora, se convierte en el primer ciudadano procesado por esta Ley, cuando decide desmalezar y limpiar los alrededores de su escuela en la comunidad de La Ranchería, y que por un descuido involuntario, produce un voraz incendio, el cual lo llevó a ser procesado como ejemplo de que si existían sanciones, para quienes violaran esta Ley. En el año 2012, fue derogada la Ley, para darle paso a una reforma, pero que hoy lamentablemente, vemos como se irrespeta y se banaliza, donde se permiten verdaderos desastres contra la naturaleza, pues Carache ha visto con ojos de ignominia e indiferencia, los constantes ataques de manos depredadoras a nuestras cuencas, sin que nadie haga nada de manera contundente, pues se han creado brigadas para atacar el problema de manera superficial, desprovistos de autoridad ante las influencias del poder y el dinero. Nada se hace para evitar estos ataques que convierten La Ley Penal del Ambiente, en una ley de letras muertas, ojala el FRENTE ECOLÓGICO MINUMBOC, retomara estas iniciativas y se convirtieran como en esos días, en verdaderos guardianes sin miedo, para enfrentar el abuso y el ataque despiadado contra nuestros más preciados recursos naturales.
