Por. José Gregorio Torres
Pocas veces el ser humano quisiera recordar acontecimientos que nos traen a la memoria circunstancias y situaciones de las cuales emocionalmente, nos sentimos afectados, pero que luego de muchos años esas heridas se han venido cicatrizando, al punto que se hace necesario rememorarlos, pretendiendo con ello por una parte, salvarlos del olvido por la lección, que puede significar en la actualidad, una oportunidad de ayudarnos a reflexionar y a tomar decisiones que permitan minimizar los riesgos, ante una posible replica de este hecho natural, el cual pudiera ser cruel y traumático si no tomamos las medidas de prevención necesarias para estos casos inesperados y fortuitos. Considerando las nuevas tecnologías, que pudieran contribuir, a hacer menos traumático un acontecimiento como puede ser un terremoto.
En esta oportunidad, recordaremos el TERREMOTO DE EL TOCUYO, movimiento telúrico de gran magnitud, sucedido el 3 de agosto de 1950, calificado como uno de más destructivos, acaecido en el Occidente venezolano, en el siglo XX. Sucedió a eso de las 5: 45 de la tarde, dando como resultado, ocho muertos 60 heridos, un total de 250 casas destruidas y 700 muy dañadas. Este sismo tuvo una magnitud de 6.3, siendo la más afectada por tener su epicentro en ella, la ciudad de El Tocuyo, la cual quedó en poco más de un ochenta %, en escombros. Para ese entonces, era Gobernador Civil y militar de la ciudad el Mayor Zacarías Tamayo Suárez, a quien correspondió dar respuesta con 51 viviendas para los damnificados, en el plan de reconstrucción que de manera inmediata, asumió el gobierno, a través de su principal órgano de Obras Públicas. Y con financiamiento realizado a través del Banco Obrero, dichas viviendas se construyeron en la parte noroeste de la ciudad, su alcance de destrucción incluyo a los Estados Lara Portuguesa y Trujillo.
En el caso de Trujillo unos de los Municipios afectados por su cercanía con el vecino Estado Lara, fue Carache que a pesar de encontrarse ubicado a 18 kilómetros del epicentro, del terremoto, también formó parte de los pueblos que en diferentes estado de occidente sufrieron los embates de este movimiento telúrico, entre los que se cuentan Humucaro Alto Guárico y Villanueva, este movimiento telúrico de alta intensidad que, fue clasificado como uno de los más desbastadores del siglo XX, también logra dejar secuelas en Carache donde varias viviendas del casco de la población presentaron daños considerables, incluyendo una parte de la Casa Parroquial, entre otras construcciones, lo que de inmediato, obligó a las autoridades a crear una junta de socorro, para atender las diferentes situaciones que se presentaron, procediendo a la construcción de Barracas con láminas de zinc, en los solares y las cuales perduraron, por muchos años en dichas viviendas. Así como la asignación de filtros de porcelana que también aún, son piezas de gran valor patrimonial en algunas familias.
